Narrador
El sol comenzaba a bajar, sumergiéndose lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos. El auto avanzaba en silencio por el camino costero mientras Sofía observaba el océano a través de la ventanilla. La calma que había sentido en la playa se mezclaba ahora con una sensación de inquietud, como una corriente subterránea que no podía ignorar.
El beso que había compartido con Alexander seguía fresco en su mente, como un susurro persistente. ¿De verdad había hecho eso? ¿Había besado a alguien más? Se abrazó a sí misma, queriendo detener el vértigo de pensamientos que le nublaban la cabeza.
Miró de reojo a Alexander, quien manejaba con una expresión serena, como si el beso no hubiese cambiado nada. Pero ella sentía lo contrario: cada cosa parecía estar en el lugar equivocado, como si una parte de su mundo se hubiera salido de sus límites.
De repente, su mente la llevó a Daniel. ¿Se habrá sentido así cuando besó a Camila? El pensamiento la golpeó con fuerza, y una punzada de dolor le atravesó el pecho. Era inevitable comparar esa experiencia con el recuerdo de Daniel. Se había prometido no pensar en él, no quedarse atrapada en los "¿y si?" y en los "¿por qué?", pero ahora todas esas preguntas regresaban a su mente con más fuerza. Se dio cuenta de que, aunque hubiese compartido un beso con Alexander, su corazón todavía estaba herido por Daniel. Había querido convencerse de que el pasado ya estaba atrás, que podía superarlo, pero en ese instante comprendía cuán profundas eran las cicatrices que Daniel había dejado en su vida.
Alexander disminuyó la velocidad, y Sofía notó que la luz del sol empezaba a desvanecerse, dando paso al crepúsculo. El cielo se volvía de un color lavanda mientras las primeras estrellas aparecían tímidamente. El paisaje costero se oscurecía, y una melancolía extraña la invadió, como si la atmósfera misma reflejara su estado de ánimo.
—¿Estás bien? —preguntó Alexander en voz baja, rompiendo el silencio.
Sofía parpadeó, dándose cuenta de que había estado sumida en sus pensamientos.
—Sí... sólo estaba pensando en... —Vaciló, sin saber cómo expresar lo que sentía—. En lo rápido que cambian las cosas.
Alexander asintió, mirando de reojo el reflejo del océano, donde las olas aún brillaban con los últimos destellos del día. Después de unos segundos de silencio, él habló:
—A veces, cuando menos lo esperamos, algo nuevo llega a nuestras vidas. Es difícil entenderlo al principio, pero a veces es lo que necesitamos.
Las palabras de Alexander resonaron en su interior, y aunque no podía responder, sentía que él había captado parte de la turbulencia que la invadía. Miró el océano una vez más, tratando de encontrar en la inmensidad del agua una respuesta, una señal que le indicara el camino.
El resto del trayecto continuó en silencio, interrumpido solo por el murmullo de las olas que se escuchaba al pasar cerca de la costa. A medida que se acercaban a su casa, su corazón comenzó a latir más rápido, y una mezcla de ansiedad y nostalgia se apoderó de ella.
Finalmente, el auto se detuvo frente a su hogar. Sofía soltó un suspiro y agradeció a Alexander por el día, por la paciencia, por haberse convertido en una especie de refugio, aunque solo fuese por un instante.
—Gracias, Alexander... en serio. Por todo —murmuró, con una pequeña sonrisa.
—No hay de qué. Cualquier cosa que necesites, solo dime —respondió él, devolviéndole la sonrisa antes de bajar la mirada.
Sofía asintió y abrió la puerta para salir. Sin embargo, apenas puso un pie en el suelo, sus ojos se encontraron con una figura familiar en el umbral de su casa: era Daniel. Estaba ahí, de pie, observándola con una mezcla de sorpresa y algo más que ella no pudo descifrar. Sentía la tensión en el aire, como si todo el espacio entre ellos estuviera impregnado de palabras no dichas, de emociones sin resolver.
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Entre dos corazones
RomanceSofía es una chica tímida y sentimental que siempre ha sido muy sensible, aunque intenta ocultarlo tras una fachada de confianza y seguridad, no es su verdadera personalidad y ha logrado que Daniel, su novio, la vea como una persona fuerte e indepen...