Entre susurros y miradas

Capítulo 21: Puentes y Desafíos

Después de la cena, Marco se sintió aliviado y lleno de esperanza. Había tomado un paso importante al presentar a Javier a sus padres, y la forma en que se conectaron le dio la confianza que necesitaba. Sin embargo, sabía que la verdadera prueba vendría en los siguientes días, a medida que su relación con Javier se profundizaba y las diferencias entre ellos comenzaban a ser más evidentes.

La semana siguiente , Marco y Javier continuaron viéndose con frecuencia. Pasaban las tardes juntos en la universidad, asistiendo a exposiciones de arte y explorando cafés escondidos en las calles de su ciudad. Cada encuentro era una mezcla de risas, conversaciones profundas y momentos de complicidad que fortalecían su vínculo.

Una tarde, mientras caminaban por un parque, Javier se detuvo y miró a Marco con seriedad.

—Oye, hay algo de lo que quiero hablarte. —La expresión en su rostro hizo que el corazón de Marco latiera un poco más rápido.

—Claro, ¿de qué se trata? —preguntó Marco, sintiendo que un pequeño nudo se formaba en su estómago.

—Sabes que me encanta estar contigo y lo que hemos construido juntos, pero quiero asegurarme de que ambos estemos en la misma página. Me preocupa que nuestras realidades sean diferentes, especialmente cuando se trata de nuestras familias y cómo pueden reaccionar —explicó Javier, su voz llena de sinceridad.

Marco asintiendo , comprendiendo las preocupaciones de Javier. A pesar de su conexión, sabía que sus entornos eran distintos. Mientras que él había tenido un apoyo familiar relativamente aceptable, Javier se enfrentaba a una historia diferente. La relación de Javier con su familia había sido más complicada, y Marco quería asegurarse de que estuvieran listos para cualquier desafío que pudiera enfrentar.

—Tienes razón. Mi familia ha sido comprensiva hasta ahora, pero sé que no todos tienen la misma suerte. Me importa mucho lo que sientes —respondió Marco, mirando a Javier a los ojos.

—Quiero que sepas que, aunque tengo miedo de lo que mi familia pueda pensar, estoy dispuesto a luchar por nosotros. Nunca he sentido algo así por nadie, y no quiero que el miedo nos detenga —dijo Javier, su voz cargada de emoción.

Marco sintió una oleada de afecto . La valentía de Javier lo inspiraba, y estaba decidido a apoyarlo en cualquier desafío que enfrentaran.

—Podemos tomarlo con calma. No hay necesidad de apresurarnos. Lo importante es que estemos juntos, y podemos enfrentarlo como un equipo —sugirió Marco, sintiendo que la conexión entre ellos se fortalece aún más.

A medida que continuaron su paseo , la conversación fluyó hacia temas más ligeros. Rieron y compartieron anécdotas sobre sus experiencias en la universidad, desde proyectos divertidos hasta momentos incómodos en clase. Cada risa ayudaba a disipar la tensión que había surgido antes.

Esa noche , cuando Marco regresó a casa, se sintió aliviado. La conversación con Javier había sido difícil pero necesaria. Sabía que, a medida que avanzaran juntos, tendrían que enfrentar muchos más desafíos, pero estaba seguro de que juntos podrían superar cualquier obstáculo.

Pasaron los días , y Marco comenzó a notar pequeñas cosas que lo hacían cuestionarse su propio entorno familiar. Su madre había estado más atenta a su comportamiento, y algunas veces se atrevía a hacer preguntas que lo sorprendían.

— ¿Cómo te sientes con Javier? —le preguntó a su madre un día mientras estaban en la cocina, preparando la cena.

—Me siento bien. Estamos conociéndonos y disfrutando del tiempo juntos —respondió Marco, consciente de que la pregunta escondía más de lo que decía.

—Es bueno que tengas a alguien en quien apoyarte. A veces, el amor puede ser complicado, pero también puede ser lo que más te fortalezca —dijo su madre, mirando a Marco con ternura. Su voz era suave, pero había un trasfondo de preocupación que Marco no pudo evitar notar.

El fin de semana llegó , y Marco había planeado pasar la tarde con Javier en una exposición de arte contemporáneo. Era un evento que ambos habían estado esperando y una oportunidad perfecta para relajarse y disfrutar el uno del otro. Sin embargo, la noche anterior, recibió un mensaje de Javier que lo dejó preocupado.

"Marco, creo que hay algo que deberíamos hablar antes de la exposición. No sé si estoy listo para llevarte a conocer a mi familia aún".

Marco sintió un golpe en el estómago. No porque Javier no quisiera que se conocieran, sino porque sentía que las dudas y los miedos estaban volviendo a surgir. Quería entender lo que estaba pasando.

Cuando se encontraron en la exposición, Marco notó que Javier estaba más callado de lo habitual.

—¿Estás bien? —preguntó Marco, tomando la mano de Javier en un gesto de apoyo.

Javier respiró hondo antes de responder.

—La verdad es que he estado pensando mucho en esto. Me encanta estar contigo, pero también tengo miedo de que no puedas comprender del todo lo que significa mi historia familiar. Mis padres son muy tradicionales y tengo dudas sobre cómo reaccionarían al saber que estoy saliendo contigo. —Sus ojos se llenaron de sinceridad y vulnerabilidad.

Marco sintió una punzada de tristeza. Sabía que su propia experiencia había sido diferente, pero quería estar allí para Javier.

—Lo entiendo. A veces, nuestros pasados ​​pueden ser pesados. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. No importa lo que digan tus padres, lo que importa es que somos nosotros quienes estamos construyendo nuestra historia —dijo Marco, sintiendo la conexión entre ellos fortalecerse aún más.

A medida que recorrían la exposición , Marco sintió que, aunque las dudas de Javier eran reales, su amor también era fuerte. Había un camino por delante, lleno de incertidumbre, pero estaban dispuestos a recorrerlo juntos.

—Prometemos que hablaremos de esto siempre, sin importar lo difícil que sea. —Marco miró a Javier, sosteniendo su mano con fuerza.

—Prometido —respondió Javier, su sonrisa regresando lentamente, y Marco sintió un alivio en su corazón. Sabía que, juntos, podrían superar cualquier desafío que la vida les presentará.