Sienna Marlowe solía tenerlo todo, una vida como Kook, el respeto de los Cameron y un futuro asegurado.
Pero cuando su padre desaparece, llevándose consigo su prestigio y sus secretos, todo cambió.
Su mundo, antes lleno de lujos, se desmoronó, y Sie...
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EL ÚLTIMO REFUGIO
𓇼 🌊 🐚
Después de lo ocurrido en el vehículo, cuando Sienna salió corriendo, el aire frío de la noche golpeó su rostro, pero no logró calmar el caos en su interior.
Sus pasos eran tambaleantes, y el mareo que sentía no solo provenía de la tensión acumulada, sino también del nudo de emociones que parecía ahogarla.
Sus nervios estaban a flor de piel, cada sonido a su alrededor amplificándose como un eco ensordecedor en su mente.
Caminó de regreso a casa a paso lento y tambaleante. Apenas recordaba el trayecto, como si el mundo a su alrededor estuviera borroso y distante, producto de la confusión y las emociones revueltas.
Cada paso parecía pesarle como una montaña, pero finalmente llegó, intentando ser lo más silenciosa posible al entrar.
Sin embargo, su madre ya la esperaba, observándola desde la entrada con el rostro tenso y los brazos cruzados.
—¿Se puede saber dónde estabas? —preguntó su madre en cuanto Sienna puso un pie en la sala, su tono severo y exigente.
Sienna intentó desviar la mirada, sin querer enfrentarse a la intensidad de esa pregunta.
—Fuera... solo estaba afuera —contestó, haciendo un esfuerzo por sonar tranquila, aunque sabía que se le notaba el mareo en la voz y en su aspecto desaliñado.
—¿"Afuera"? —repitió su madre, visiblemente frustrada y sin paciencia para rodeos—. Eso es obvio, pero ¿dónde y con quién? —dijo, elevando el tono—. Te lo digo en serio, Sienna, no quiero que te acerques más a ese grupo de amigos. ¡Especialmente a John B! ¿Tienes idea del peligro que corres? Ese chico es un asesino. ¡¿Lo entiendes?!
Sienna apretó los labios y, en un impulso que ni siquiera pudo detener, soltó:
—Estás equivocada, mamá. John B no es un asesino... no fue él quien mató a la oficial. Fue Rafe.
La sorpresa hizo que su madre se quedara en silencio, y por un momento, la incredulidad reemplazó su enojo.
—¿Qué estás diciendo? —dijo, tratando de contener su reacción—. ¿De verdad esperas que me crea eso, Sienna? Acusar a Rafe Cameron de un crimen así... es una locura. Esas son tonterías.
—Mamá, yo lo vi. No estoy inventando nada —insistió Sienna, sin bajar la voz—. Rafe mató a la oficial Susan, y no solo eso. Me rompió el teléfono cuando intenté llamar a emergencias. Me encerraron. Ward y él tienen todo calculado... todo controlado, como siempre. Y, mamá, Ward también tuvo que ver con la desaparición de papá.
