Sienna Marlowe solía tenerlo todo, una vida como Kook, el respeto de los Cameron y un futuro asegurado.
Pero cuando su padre desaparece, llevándose consigo su prestigio y sus secretos, todo cambió.
Su mundo, antes lleno de lujos, se desmoronó, y Sie...
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FIESTA ESTIVAL
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Más tarde, Sienna recibió una noticia completamente inesperada, JJ había sido arrestado por la policía. La pelea con Topper había escalado mucho más de lo que cualquiera de ellos hubiera anticipado, y ahora las cosas se habían complicado de una forma que nadie vio venir.
Tras el altercado, había quedado claro que alguien debía responder por el hundimiento del bote, y en un acto que sorprendió a Sienna y a sus amigos, JJ decidió cargar él solo con la culpa. Así, protegió a Pope de las consecuencias, declarando que había sido el único responsable del incidente.
A pesar de entender sus motivos, la situación la inquietaba profundamente. JJ enfrentaba cargos serios y, aunque a Sienna le doliera aceptarlo, sabía que su amigo recibiría un castigo más allá de la celda de la comisaría.
No solo temía las consecuencias legales, también sabía lo que le esperaba a JJ en casa, donde su padre le aguardaba con un castigo seguro y sin piedad.
Por más que quisiera ayudarlo, la realidad era aplastante, no podía.
Esta imposibilidad la frustraba y la hacía sentir impotente. Sienna sabía que JJ había cometido esa locura en nombre de la lealtad, tomando un riesgo enorme, pero también sabía que él afrontaría solo la carga de aquella decisión.
El infierno que le esperaba en casa era solo una parte del precio que pagaría, y Sienna no podía hacer nada para evitarlo.
Sienna intentó llamarlo varias veces, marcando su número con la esperanza de escuchar su voz al otro lado de la línea, aunque fuera solo para asegurarse de que estaba bien. Pero cada intento terminaba en el mismo tono de espera vacío, y finalmente, en el inevitable buzón de voz.
La frustración creció con cada llamada fallida, así que intentó enviarle mensajes, pero no hubo respuesta, ni una sola señal.
La atención de Sienna de pronto, se desvió al ver a su madre, Amelia, atravesar la sala. Estaba envuelta en un vestido elegante, con el cabello cuidadosamente peinado, cada detalle de su atuendo meticulosamente pensado. Sienna la miró, desconcertada, incapaz de ocultar la sorpresa en sus ojos.
—Mamá, ¿qué estás haciendo? —preguntó, con la voz teñida de incredulidad.
Amelia se detuvo un momento para mirarla, su expresión imperturbable.
—Los Cameron organizan una fiesta esta noche —respondió Amelia con serenidad, casi como si fuera lo más natural del mundo—. Es por el nombramiento de Ward.
