—Jungkook lloraba todo el jodido día —masculla Donghae, untando un poco de mantequilla en su tostada—. Dios, yo pensaba que se quedaría seco de tanto llorar.
Taehyung debe aguantar la respiración para no romper en carcajadas, porque Jungkook no se encuentra muy feliz de que su padre esté contando su episodio macilento por un corazón roto.
—No es necesario que le cuentes esa parte de la historia a Taehyung —reclama Jungkook, comiendo un poco de galletas—. Supieras lo pesado que puede ser Taehyung.
El alfa arruga sus cejas al escuchar el ataque de su novio.
—Yo soy un amor de persona —replica Taehyung, señalandose a si mismo y llevando la mirada a Donghae—. Señor Jeon, ¿alguna vez usted me ha escuchado ser un pesado?
—Hijo —murmura el hombre—. Me faltan dedos para contar...
—Dios mío, le di la peor versión mía —lamenta Taehyung, llevando las manos a su rostro de una forma dramática—. Le prometo que soy un buen alfa para su hijo. Puede que en ocasiones ser un poco rudo para hablar, y quizás un pelín conflictivo, y burlesco también, pero, al final de todo, soy una buena persona.
Donghae le da una mirada a su hijo y después a Taehyung, esbozando una suave sonrisa al verlos tan «radiantes» y felices. Es como si todo lo malo se hubiese ido para ellos. Estira su mano ara alcanzar la del alfa castaño, para dejar una paternal caricia —conoce a ese niño desde Sumin le mostró la primera ecografía— y después dice con sinceridad:
—Jamás me lo imaginé —Taehyung se tensa un poco, siendo esta una reacción clásica de su organismo—, y quizás fui un poco ciego, porque era jodidamente notorio. Tantos conflictos ridículos entre ustedes por emociones no expresadas y gestionadas correctamente. Ayer, mientras conversaba con tú tía, ella me hizo notar que quizás ustedes siempre se quisieron, pero que por miedo no lo expresaban, y en ese momento todo tuvo sentido.
» Me alegra bastante saber que eres tú, porque, aparte de que te conozco desde que reíste por primera vez, eres Taehyung. El mismo chico de siempre. Alguien que ha pasado por mucha mierda que no se ha merecido. Y, a pesar de tener una época un poco loquita, se que eres un muy buen chico para Jungkook.
—Ay, señor Jeon —murmura Taehyung—. Yo honestamente creo que soy el mejor para su hijo. Un completo bombón, amable y muy gracioso. ¿No es así, Jungkookie?
Jungkook da un respingo al escuchar a su novio hablar y esboza una sonrisa, asintiendo a todas las palabras que salen por la boca de su muy elocuente alfa. Obviamente recibe una suave caricia de recompensa en la mano cuando acepta que Taehyung es el mejor.
—Creo que serías mejor aún si dejas de pelear en los jodidos partidos —murmura el alfa mayor, soltando una risa cuando Jungkook asiente a la petición del hombre. Al ver a Taehyung negar de inmediato, resopla con gracia, llevando la atención al brazo lastimado del chico—. ¿Cómo sigue esa lesión?
—Bastante bien —murmura Taehyung con sinceridad—. Me duele con el frío, pero ahora Jungkook me sirve como una compresa andante.
En ese momento, el hombre parece recordar un detalle, porque se acomoda en la silla, corriendo un poco la taza de café para acomodar sus antebrazos, mostrándose un poco intimidante frente a dos alfas imponentes que se comportan como dos niños aún.
—Hablando un poco de esta relación —comienza el alfa mayor, señalando las manos de los alfas que se mantienen enredadas hace minutos—. Me gustaría poner ciertas reglas que he estado conversando con Sumin también. Para partir, creo que está demás decir que me contaron lo del árbol. Entonces, la primera y única regla que pondré, es que por favor ahora caminen un poco y vayan directo a las puertas de las casas, porque no quiero escuchar mi árbol quebrarse y muchísimo menos verlos a ustedes caer. No sean idiotas.
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La cuenta atrás de veinte | JJK & KTH
FanfictionDos alfas rivales en el hockey universitario, Jungkook y Taehyung, se ven obligados a jugar juntos cuando Taehyung, tras un problema personal, se transfiere a la universidad de Jungkook y se une a su equipo, los Crystal Wolves. Lo que antes era una...