Capítulo 17: Dios, ¿en qué me metí?

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Después de la conversación con Jungkook, la cual no los llevó a un punto en particular, pero al mismo tiempo sí, ya que llegaron a la conclusión de que Jungkook quiere intentar tener algo. Sin embargo, no tenían idea que estaban haciendo, pero se sentía bastante bien.

Por supuesto que no se retiró a su casa después. Es más, fue a su hogar tan solo para cambiar su ropa por una más decente, apagar las luces de su habitación y tomar sus pertenencias. El día del examen se arrepentiría, claro que sí, pero en ese momento su calificación era más importante que pasar tiempo con Jungkook, quien lo esperó en la sala de estar todo el tiempo que le tomó cambiarse.

Bailaron bastante, manteniendo la compostura por obvias razones. Es decir, Jungkook acababa de dar un pequeño paso con asumir que le gustaba, no podía llegar y lanzarse sin más. Dios, sería el terror de su vida.

Cerca de las tres de la mañana, ya todos en estados inconscientes de alcohol, una botella comienza a rodar en la mesa. Taehyung arruga sus cejas al ver que esta lo señala y comienza a negar, completamente en contra de tener que sacar detalles de su vida a un grupo de personas.

—Verdad o reto —murmura Yoongi.

—Yo no estoy jugando —replica Taehyung, bebiendo un poco de cerveza—. Continúen su juego de niños.

Jungkook entrecierra sus ojos desde el otro extremo de la mesa y gesticula clarísimo un: «gallina». Por lo tanto, Taehyung se levanta del sofá, sentándose entre Jimin y Hoseok, para posar la palma de su mano con fuerza en la botella y decir:

—Verdad.

La botella vuelve a girar, cayendo en Yoongi, quien esboza una maliciosa sonrisa y pregunta:

—¿Vas en serio con Kyungsoo?

Taehyung esboza una sonrisa y vuelve a tomar un poco de cerveza, refrescando su garganta mientras piensa en qué responder, a pesar de que su respuesta es obvia. También lo hace para molestar un poco a los cotillas de sus compañeros.

—¡Me arrepentí! —dice con gracia, volviendo a tomar la botella—. Elijo reto.

Todos comienzan a negar entre risas, menos Jungkook, quien tan solo esboza una sonrisa amarga, para ordenar con una fingida voz de molestia:

—Contesta.

Taehyung suelta una risa de pillería.

—Dios, pero qué pesado es nuestro capitán —bromea el alfa, rodando los ojos—. No, no es serio. ¿Están contentos? Malditos imbéciles.

En algún punto del juego, decide mudarse de lugar y llegar al costado de Jungkook, quien se mueve rápidamente entregándole espacio. Obviamente que a la hora de tomar asiento, finge dolor de espalda para apoyarse en el muslo del alfa y así molestarlo un poco, rozando con mucha intención su parte íntima. Jungkook le da un corto pellizco en el muslo cuando termina de tomar asiento y Taehyung simplemente se carcajea. No obstante, toda la gracia se va de expresión cuando escucha una pregunta dirigida al pelinegro en el momento que la botella lo señala.

—¿Con cuántas omegas de la universidad has estado?

Taehyung finge buscar su móvil en los bolsillos para disipar un poco el nudo de ansiedad y celos que se instaura en su estómago, a pesar de sentirse un poco ridículo, porque él no era un santo de devoción.

—¿De qué facultad? —indaga Jungkook, un pelín nervioso. El grupo de chicos y chicas jadean de la impresión, mientras que algunos comienzan a asentir con la cabeza—. De mi facultad, han sido d-diez. De las otras... no recuerdo para nada.

La cuenta atrás de veinte | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora