Capítulo 24: Mejor amigo

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Rueda los ojos cuando escucha a las tres chicas en la zona trasera del automóvil reír y cuchichear entre ellas. Jungkook continúa riendo internamente con la actitud del alfa, la cual se intensifica a medida que se van acercando a la casa donde la fiesta se desarrollaría. Y puede que en su mente se vengan imágenes de las fiestas a las cuales él ha ido, a pesar de saber que los amigos de su hermana no son capaces de lanzar la casa por la ventana con una fiesta al estilo proyecto X, muchísimo menos de consumir sustancias ilícitas. Sin embargo, su lobo no puede estar tranquilo con la idea de que su pequeña hermana cachorra ahora salga por la noche a parrandear con sus amigas gemelas.

Al estacionar fuera de la casa, le da una mirada a Eunji, quien estira su mano y muestra la palma de esta, esperando por los billetes. Solo que Taehyung muy pocas veces lleva dinero en efectivo en sus bolsillos, por lo que termina dejando su tarjeta de banco en la mano de la chica como un voto de confianza.

Y así también puede ver lo que compra, porque no es idiota.

—No tengo dinero en efectivo —comenta Taehyung—. Así que tendrás que quedarte con mi maldita tarjeta. No quiero ver cobros muy grandes, porque te asesinaré. ¿Me escuchas? Si gastas más de cien, no saldrás nunca más en tu jodida vida, a pesar de que tengas cuarenta años y tres hijos.

Eunji asiente rápidamente, para después dejar un corto beso en la mejilla de su hermano y abrazarlo con fuerza.

—¡Eres el mejor!

Jungkook discrepa un poco con la chica, porque él se hubiese vuelto loco con tantas órdenes y amenazas que jamás serán cumplidas. Y le causa un poco de gracia que sea tan estricto con la chica, cuando Taehyung es el ser más desordenado y fiestero que ha conocido en su vida. Es decir, jamás ha sido el perfecto ejemplo de esa responsabilidad que le exige a la niña. Por lo tanto, como muy pocas veces a llevado la fiesta en paz con Taehyung, decide decir:

—Compra la mierda que quieras, hazlo llorar con la cuenta bancaria en cero.

—Lo siento, Taehyung —dice Eunji con gracia—. Pero Jungkook es muchísimo más cool que tú.

Y se escapa del automóvil al ver que Taehyung toma aire para reclamar.

Desvía la mirada a Jungkook, quien observa por la ventana a Eunji para procurar que esta entre segura al interior de la casa donde se desarrolla la fiesta y se despide de las chicas con su mano antes de perderlas de vista.

—Tu no eres más cool que yo —resopla el alfa—. De hecho, eres como un alfa anciano viviendo en el cuerpo de un maldito idiota jodidamente guapo y joven.

Jungkook esboza una sonrisa y desvía la mirada a Taehyung, para susurrar:

—Si eso te deja más tranquilo.

Taehyung suspira con fuerza y apoya su cabeza con cansancio en el asiento. No enciende el carro aún, porque no tiene demasiadas ganas de manejar de vuelta a casa y envolverse en algo más sexual con Jungkook, ya que las ganas que comparten el uno por el otro suelen ser más fuertes que sus lados racionales. En ese momento, después de compartir un viaje con chicas de quince años, siente ganas de saber qué fue de Jungkook después de dejar de ser amigos. O de tan solo hablar de cosas banales, igual que su hermana y sus amigas, quienes se carcajeaban con fuerza por una situación ridícula de la escuela.

—¿Quieres ir a casa? —indaga Taehyung con suavidad.

El pelinegro desvía la mirada al chico.

—No lo creo —replica Jungkook—. ¿Tu quieres?

—Tampoco lo creo —murmura el alfa castaño—. Te ofrecería algo de comer, pero mi hermana pequeña se acaba de llevar mi maldita tarjeta. Y creo que quedaré con la cuenta en menos cien.

La cuenta atrás de veinte | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora