Es el día de la final.
Su corazón se encuentra pulverizado.
No se siente capaz de levantarse e ir a jugar.
No tiene ganas de pensar.
Le gustaría sacar su corazón y lanzarlo por la ventana, para así nunca más escucharlo latir, porque todos esos latidos son para el chico que lo rechazó hace unas pocas horas.
Y todo es por su culpa.
Es su padre quien lo convence en salir de la cama, porque ese día es la final del campeonato y debería competir contra el ex equipo de Taehyung, los cuales eran excelentes al ser formados por el alfa castaño. Le da una mirada a Donghae mientras come algo para tener el requerimiento energético durante el partido. El alfa arruga las cejas, un poco consternado por el comportamiento del pelinegro esos últimos días.
—¿Sabes algo de Taehyung?
La pregunta es para tantear el terreno, y Jungkook sabe que su padre aún no comprende muy bien el enredo con el alfa castaño. Sobre todo cuando hace poco le dijo que estaban enamorados, pero hace unas pocas horas llegó llorando a la casa por el rechazo que recibió por parte del mismo castaño.
—Ayer estuve con él —murmura Jungkook con la voz irritada—. Eunji tuvo una discusión con su padre. Tuve que correr al pensar que estaba discutiendo con otra persona y que se encontraba sola, pero Tae estaba con ella. Después hablamos y... él no quiere nada conmigo.
—Hijo...
Jungkook niega de inmediato, bajando la mirada y dejando caer las primeras lágrimas a su comida, no logrando contenerse. La mano de su padre llega rápidamente a su espalda y acaricia esta suavemente, comprendiendo el dolor de su hijo, porque él también fue brutalmente rechazado por Bora antes de estar con ella.
—Me pidió que no lo odiara, papá —solloza Jungkook—. ¿Por qué... yo lo odiaría? Yo lo amo.
—Jungkook —murmura el hombre con suavidad—. Taehyung no se encuentra bien. Está pasando por una ruptura dolorosa con alguien que conoce toda su vida, tuvo una pelea, ahora vio a su hermana discutir con su padre, Sumin no puede estar muy presente por su trabajo... Taehyung está muy solo y tiene miedo, porque ya le rompiste el corazón muchas veces, hijo.
Jungkook continúa llorando cuando se alista para jugar, también cuando toma asiento de copiloto, y camino a la universidad.
No sabe en qué momento cesa el dolor en su interior, pero ya se está cansando de todo.
Jimin le da miradas desde el otro extremo del camerino, porque le pidió un poco de espacio y su amigo se lo estaba dando, pero eso no evitaba recibir miradas de preocupación. Lanza con fuerza las protecciones que protegerán su cuerpo a la banca, ignorando las miradas de sus compañeros. Su lobo se acelera en demasía de un segundo a otro, lo cual es solo una consecuencia de su desborde emocional.
Al encontrarse listo, camina sin cruzar palabra con alguien y se va directo al hielo, ignorando las palabras de Taemin, quien le pide conversar durante unos segundos para calmarlo. Los rumores eran rápidos y alguien ya se encargó de avisar a su entrenador de su comportamiento errático.
El público ya se encuentra presente, pero a Jungkook no le interesa. Sólo recorre la mirada por los presentes buscando a una persona. La misma persona que no quiere volver a retomar su relación. Y, al encontrarlo, aprieta el stick con mucha ira, porque su lobo se niega en su totalidad a perderlo.
El hielo salta a su alrededor mientras patina con fuerza, calentando sus músculos y ambientando su cerebro al hielo. Sus compañeros no demoran en acompañarlo, pero se mantienen alejados. Usualmente estos consultaban métodos de ataque, o le pedían consejos, pero ese día no hay nada.
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La cuenta atrás de veinte | JJK & KTH
FanfictionDos alfas rivales en el hockey universitario, Jungkook y Taehyung, se ven obligados a jugar juntos cuando Taehyung, tras un problema personal, se transfiere a la universidad de Jungkook y se une a su equipo, los Crystal Wolves. Lo que antes era una...