Mis últimos días habían sido de rosa, todo tan tranquilo y sin problemas.
De ves en cuando veía a Félix de hecho me había invitado a salir, y justo ahora me estaba alistando. Solo que había un pequeño problema..
¡¡NO SABIA QUE PONERME!!
Nunca me había sucedido, nunca me preocupé tanto por una muda de ropa como en este momento.
Faltaban 20 minutos para que el llegara pero aún seguía buscando y nada de mi armario me convencía; así que corrí al cuarto de mi amiga y le robe un vestido azul oscuro que llamó mi atención.
Me había quedado más que perfecto, así que ya estaba lista. Era un precioso vestido azul oscuro ajustado desde mi s pechos a la cintura, con un lindo borde brillante y un escote en forma de "V" en la espalda. Lo convine con unos tacones blancos y un collar de perlas blancas que me había regalado mi padre.
Justo a tiempo.
Suena el timbre y voy corriendo a la entrada para ver a Félix en su caso más informal - como suele vestirse todos los días- me sonroje al verme tan arreglada ante el, pero aún así me parecía lindo.
-¿No leíste el mensaje? - preguntó.
-¿Que mensaje?
-Te escribí que te fueras comoda, vamos a un parque de diversiones..
Mierrrrdaaa.
<<Es que lo que me pasa a mi no le pasa a nadie más, estúpida mala suerte que tengo>>
De que valía esconder mi cara en mis manos si ya había visto lo roja que me puse.
<<Tres doritos más tarde>>
Terminé de arreglarme - cómodamente- como el dijo, y solo me vestí como los acostumbraba hacer, unos monos, camisa manga corta y unos tenis negros.
-¿En que mundo estabas?
-¡No lo sé!.. Habla de otra cosa - me sonroje.
-Sabias que te ves me...
Meow.
Ambos quedamos viendo a un gatito callejero que se paró frente a los dos.
-¿Y este gato que hace en la calle? - se agachó y lo acarició.
Mientras tanto yo en mi lugar me acordé del viejo gato de mi hermana.
-¡SAQUEN A ESE GATO DE AQUÍ, ESE GATO SE COMIÓ EL PESCADO QUE TENÍA EN MI MESA! - Protestó una señora en la entrada de un apartamento.
-Es obvio que se comió el pescado, de seguro usted no le dio comida.
El se levantó con el gato en los brazos y desde cerca se podía ver lo maltratado y desnutrido que estaba, eso hizo que por primera vez mi corazón se pusiera chiquito por un animal.
No era tan amante a los animales, pero que no fuera amante a ellos no quiere decir que no me puedo preocupar por ellos, en fin son seres vivos al igual que los humanos.
-¿Acaso usted a quemado a este gato? - preguntó serio Félix.
-¡Pero de que habla joven, ese gato lo recogió mi hijo hace un mes! - sonó alterada.
-¿Por qué grita? No le he gritado ni una ves..
-¡Estos jóvenes de hoy en día!.. - termino por decir y nos cerró la puerta en nuestras caras.
-Ven.. Ya sé que hacer.
Me agarró la mano y me llevo abajo donde estaba la dueña del apartamento.

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"Amor platónico"
Sonstiges¿Todos alguna vez hemos tenido ese amor platónico, en la que somos felices espiritualmente, pero físicamente no? - Sí, es así; y por más que queremos soltarnos hay algo que nos ata a "Nuestro amor platónico" un amor que debemos pasar la página algún...