"Amor platónico"

Zoe

Esta bien, no sabía que había pasado antes.

Almenos espero no aver cometido algún error.

-Debería de olvidarme de eso de una vez- me dije a mi misma mientras una señora que iba bajando las escaleras me miró como si estuviera loca - Esta bien, juguemos al "Veo Veo".

Fui subiendo las escaleras y nombrando las cosas que veía al camino como: Un jarrón, un escalón, un perro, una rosa..

-...veo, veo, unas llaves - alce las llaves que tenia en la mano y abrí la puerta - Veo, veo un... ¡¡UNAS PELOTAS!!

Osea pero no de las pelotas que tu piensas, son las pelotas que yo pienso ¿entiendes?

-¡BROOO, HAY PELOTAS EN LA CASA, MARIANA QUE HACE ESTE HOMBRE CON SU PITO AL AIRE EN LA CASA!

-Eh, perdón lo siento - trató de taparse con algo pero la suerte estaba jugando con el - Mierda, ¿donde estan esos bóxer? - rebusco de bajo del mueble dando más vista a su miembro.

Yo me tape los ojos con las manos, sentí como mis mejillas ardían de la vergüenza, definitivamente era inocente...

Eras, linda..

-Uh, aquí estan - dijo y yo despegue un dedo para ver si era cierto.

Mentiris ¿le van a creer?

¡CONCIENCIA!

Aveces te amo, pero aveces también te odio.

-¿Q-que haces t-tu aquí? - pregunte tartamudeando.

-Oh mucho gusto soy el novio de Mariana- extendió su mano para que la aceptara, juzgué su mano con la mirada, y el la bajó avergonzado - Mariana no está, estaba buscandola pero me mandó un mensaje hace poco diciendo que esta con unas compañeras de clase.

Asentí aun con la cara echa un tomate de la vergüenza.

-Vengo a cambiarme, y me voy - aviso rápido y voy a mi habitación a hacer lo que he dicho antes.

Me quite la ropa-siempre y cuando asegurándome de que la puerta tuviera seguro- y me metí a ducharme. En menos de veinte minutos ya estaba lista, salí a toda velocidad, de reojo pude ver que el chico de antes ya estaba vestido.

Que vergüenza.

Te lo juro, nunca había visto el miembro de algún tipo antes, era tan inocente.

Comencé a darme golpes en la cabeza como si eso fuera a funcionar quitarme esa imagen de la cabeza.

-Señorita ¿esta bien? - preguntó una señora de mediana edad.

Yo asentí avergonzandome cada vez más.

Ya al bajarme del bus público, entre a la universidad con cara de aburrimiento.

-Wow es un milagro verte en estos últimos días - comentó Roger mi unico amigo en la universidad, aparte de Mariana.

-Si no vez que yo me vuelvo invisible y no vuelvo a aparecer solo los días de clase- dije con flojera.

-Oh ¿enserio? ¿Hací como Ian de Etereo? ¿Eres mestiza? Uh, que cool sería que fueras mestiza..

-¿No te cansas de hablar de libros?

-No, jamás, mi amor por la lectura es más grande que el amor que le tendré al amor de mi vida- sonrió como niño pequeño.

-Hay si como digas..

-No te vuelvas amargada ya te pareceras a Nilak el de "El día que dejó de nevar en alaska".

-Puedes por favor dejar de hablar de libros?

-Pideme todo, menos eso, sabes que no puedo.

Voltee los ojos.

-¿Porque no te pones a buscar el amor en la vida real? quizá y así entiendas a los protagonistas de los libros.

-Nada es igual como en los libros, jamás te encontraras a una chica guapa como  "Jennifer, de Triologia 3 Meses" o una chica toda diva y luchadora como "Genevieve, de La reina de las espinas" o también como...

-Si, si, ya entendí no es necesario que comiences a nombrarlas a todas, venga ya vamos a clase.

...

-...y como te decía, la chica quedó embarazada y quería dar al bebé en adopción y luego...

Dejé de prestarle cuidado cuando una chica pelinegra con el cabello corto, pasa por enfrente de nosotros.

Algo me dice que la he visto antes, pero no logro verla bien. Se detuvo a hablar con un par de chicas era muy hermosa de cuerpo pero no se veía muy bien.

-¿Estas escuchando Nahomi? - se quejó Roger a un lado de mi.

La chica por fin se volteó cuando escucho mi nombre, ella y yo hicimos contacto visual.

Mis ojos se abrieron de par en par justo como ella los tenía, no podía creer que fuera ella.

¿Y después de tanto tiempo?

Ella se acercó hasta mi y yo me levanté quedando frente a frente, un silencio incómodo hizo que ella fuera la primera en hablar.

-Hola Nahomi, cuanto tiempo..

Pero no era la misma, yo sé que no era la misma, su mirada lo decía.

Y con el mismo tono que usó le devolví el saludo.

-Si, tanto tiempo.. Zoe..