|Capítulo 14: Corazón roto en navidad|

15 5 0
                                    

Alina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alina

Miré la foto de Justin Timberlake que tenía en la mesita al lado de mi cama. Estaba enmarcada, como si fuera alguien importante de la familia. Desde hace tiempo me he sentido culpable por tener una foto suya; se supone que le había prometido que sería su futura esposa y que solo lo amaría a él. Pero incluso una fanática tan apasionada como yo iba a enamorarse de una persona real en algún momento. No era la primera vez ni sería la última.

Silas. Un chico genial, inteligente. Y no lo digo solo porque tenga excelentes notas y un buen currículum académico a sus diecisiete años, sino también por su inteligencia emocional al tratar con alguien tan sensible como yo. A veces siento que es el único chico que me comprende. Es atento y amable, ¿qué más podría esperar?

Decidí dejar la foto de Justin boca abajo. Me sentía culpable, pero no por él, sino por Silas. Como si lo estuviera engañando, aunque estábamos lejos de estar juntos. Ni él ni yo nos habíamos confesado, pero creo que la Nochebuena sería un buen momento.

Había recibido un correo electrónico hace dos días. En él, la radio a la que había contactado gracias a Liam me informaba que iban a poner mi canción entre las nueve y veinte y las nueve y media. Así que me apresuré a llamar a Silas y decirle que debíamos juntarnos a esa hora.

Al principio tuve miedo de que no pudiera ir, ya que era Nochebuena y probablemente estaría con su familia, ya que al día siguiente tendría que irse con sus abuelos. Pero me enteré de que iba a estar esa noche en casa de los Shields, por lo que sí podía.

Le había pedido que nos encontráramos en el parque que está a la vuelta de donde vivo. Habíamos pasado por allí un par de veces en vehículo, así que él sabía muy bien a cuál parque me refería.

—Está bien... aunque... si no es mucho pedir, ¿podemos ser puntuales con el horario? —preguntó cuando estábamos hablando por teléfono. Se escuchaba dudoso, tal vez inseguro. No sé si era porque tenía algún compromiso después o porque pensaba que era de esas chicas que hacen esperar a los chicos a propósito llegando tarde.

—No llegaré ni un minuto tarde —le dije tratando de sonar responsable.

—Okey... —aunque seguía escuchándole dudoso, como si no confiara en mí o algo parecido.

Lo bueno es que había quedado todo aclarado y mi única preocupación sería que ese día mi madre no quisiera mi presencia a esa hora en específico. Sería la primera vez que celebraríamos la Navidad con la Sra. McKay y Marissa, y por lo que decía mamá los planes consistían en comprar un pavo, cocinar papas y ensaladas. Ah, y también usar suéteres feos, como era costumbre en nuestro antiguo hogar donde solo éramos las dos.

Por mi parte, había decidido incluir hacer galletas en la mañana de Nochebuena, para así en la noche poder sumar otro regalo para el amigo secreto.

Me preguntaba en qué momento los demás se iban a dar sus regalos. Nadie había hablado de ello, y sabía que la mayoría no iba a estar en la ciudad para las festividades.

Encuéntrame en el 2001 [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora