140- Entrenamiento en la Mansión Addams

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Luke se encontró en el centro de una cámara subterránea. Había pasado poco más de una semana desde el comienzo de las vacaciones.


La habitación era rectangular y casi oscura. En cada esquina, había una antorcha con un fuego tenue que apenas ayudaba a ver.


En cualquier caso, la iluminación de la habitación no le servía de nada a Luke, ya que tenía los ojos cubiertos con una venda negra.


Las paredes de la cámara estaban hechas de enormes bloques de piedra, cada uno perforado con una serie de pequeños agujeros oscuros. Era difícil determinar exactamente cuántos había, pero su diseño sugería una compleja red de trampas ocultas.


En el silencio sepulcral de la habitación, Luke escuchó un clic, como si algún tipo de mecanismo se activara. De repente, un zumbido suave pero amenazante llenó el aire mientras una ola de flechas se disparaba desde todas las direcciones.


Un normie estaría muerto con tantas flechas, sin importar lo buenos que fueran sus reflejos, pero Luke había extendido su dominio, y sus reflejos eran sobrehumanos.


Sin necesidad de ver, su cuerpo reaccionó instintivamente. Se inclinó hacia un lado, luego hizo un giro rápido y bajo, esquivando las flechas que pasaban a centímetros de su piel.


Luego saltó hacia un lado, evadiendo varias flechas. No se movió mucho de su lugar, pero logró esquivar todas las flechas sin un rasguño.


'Eso fue fácil', pensó Luke, sacudiendo sus manos.


Estaba entrenando en una habitación subterránea de la mansión Addams. Su objetivo era mejorar su tiempo de reacción y reflejos, así como asegurar que su cuerpo pudiera seguir el ritmo de su velocidad de percepción.


No estaba usando su haki de observación o pseudo precognición, ya que esta habilidad no funciona con trampas porque no tienen intenciones ni emociones. Por lo tanto, Luke tuvo que confiar en su habilidad extrasensorial.


Para esquivar las flechas, Luke extendió su dominio, aunque no por completo. Solo cubrió la cámara subterránea.


En otras ocasiones, lo había ampliado mucho más, llegando incluso a alcanzar un alcance de 25 kilómetros, pero con un radio tan amplio, la información se volvía abrumadora y era muy exigente de mantener.


Detectar miles de personas, criaturas u objetos a esa distancia generaba un flujo incontrolable de datos que su mente aún no estaba preparada para procesar por completo.


Por eso, en este tipo de entrenamiento, redujo la extensión de su dominio a tan solo unos metros, limitándolo a la habitación en la que se encontraba.


Al reducir la extensión, la cantidad de información disminuía, lo que le permitía centrarse más fácilmente en los objetos o amenazas inmediatas.


La información llegaba a su mente de forma más clara y concisa, lo que le permitía procesarla más rápidamente.

Wednesday: El psíquico más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora