Inupi no sabía cuándo había empezado a gustarle (t/n), pero lo había hecho con tanta suavidad que, cuando miró hacia atrás y vio el comienzo, todo se había mezclado con los recuerdos que la hacían especial para él. Que le gustara era algo natural, algo que le resultaba tan fácil como respirar. Si le había gustado desde siempre, supuso que se había enamorado de ella la primera vez que se habían conocido.
Después de que Koko lo había salvado del fuego, recordó que estaba acostado en la cama del hospital mirando al techo sin saber si debía celebrar el hecho de poder vivir o llorar por su hermana que no podía. Si recordaba bien, (t/n) había ido al hospital después de romperse el tobillo izquierdo. Lo cual, si era honesto, no era sorprendente ahora que la conocía desde hacía tanto tiempo. La había visto tropezar con el aire antes, y más aún las veces que fue víctima de pelotas lanzadas.
Como el hospital estaba abarrotado, las enfermeras la pusieron como compañera de habitación con la esperanza de que una compañía de su edad lo ayudara a adaptarse y a sentir una sensación de normalidad. Mientras yacía perdido en sus pensamientos, las enfermeras llamaron a su puerta y, cuando abrió, la niña entró.
"Ella es (t/n), ella será tu nueva compañera de cuarto, ¿de acuerdo?", dijo la enfermera mientras preparaba a las niñas y la ayudaba a acomodarse en la cama. Una vez que (t/n) estuvo listo, la enfermera le hizo su revisión de rutina.
Una vez que las enfermeras terminaron, se produjeron 10 incómodos minutos de silencio. La vio moverse nerviosamente hasta que rompió el silencio: "Umm, ¿quieres algunas manzanas?". Sin saber qué hacer, accedió. La niña sonrió y procedió a sacar los pies de la cama y a saltar sobre su pie sano. "Realmente no necesitas hacer eso", dijo Inupi apresuradamente, sintiéndose mal.
—No, está bien, dame un segundo —dijo (t/n) mientras se dirigía hacia el costado de la cama con una manzana y un cuchillo. Lentamente peló la manzana y la cortó hábilmente en rodajas antes de ayudarlo a levantarse y entregarle una.
Mientras mordía la manzana, la vio regresar a su área rebuscando en una bolsa y sacando cartas. "¿Uno?"
Al poco tiempo su presencia se convirtió en algo a lo que él se acostumbró, no había mucho que hacer en el hospital, así que los esfuerzos de la chica por saciar su aburrimiento le resultaban divertidos. Hablar con ella le permitió escapar del accidente que lo atormentaba en ese momento. Después de dos semanas, (t/n) fue dada de alta y él pensó que nunca la volvería a ver.
Imagínese su sorpresa cuando dos meses después, al entrar a su aula con Koko para el nuevo año escolar, vio a la niña sentada cerca del fondo del aula hablando con dos compañeros de clase. Quiso saludarla, pero lo interrumpió la puerta al cerrarse.
"¿Pueden todos tomar asiento, por favor? Soy...", siguió y siguió el profesor. Lo siguiente que Inupi supo fue que se había desconectado y que el almuerzo había comenzado. Miró hacia el fondo del salón con la esperanza de ver a (t/n), pero se encontró con una decepción cuando vio el escritorio vacío. "Oye, ¿te importaría traerme una bebida en la máquina expendedora?" La pregunta de Koko lo hizo reaccionar. "Sí, claro".
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𝐃𝐎𝐑𝐀𝐘𝐀𝐊𝐈 ᵗᵒᵏʸᵒ ʳᵉᵛᵉᶰᵍᵉʳ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳ
Fanfiction˙ . ꒷ 🍰 . 𖦹˙- ▶︎ •၊၊||၊|။||||။၊|• 0:10 ᶤᵗᶻʸ ᵍᵒˡᵈ ──. ݁𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐨𝐬, 𝐬𝐨𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫, 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞...