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Takemichi tembló mientras te aferrabas a él, tu respiración temblorosa y cálida junto a su oído. "Solo un poco más, Take, puedes hacerlo, ¿no? Has estado esperando por un tiempo". Presionaste tu cuerpo contra el suyo, sentiste sus muslos flexionarse bajo los tuyos.
—Lo que sea por ti, nena... lo que sea que quieras, solo... joder... por favor, dime lo bien que te sientes. —Sus labios recorrieron tu hombro, intentando en vano detener los gemidos que emitía mientras tu coño seguía intentando drenar el semen de su polla—. Lo estoy haciendo bien por ti, ¿no? Te sientes bien por mí...
Sonreíste contra sus mejillas rosadas e hiciste que tus paredes internas revolotearan a su alrededor. "¿Qué piensas? ¿Me estás haciendo sentir bien? ¿Lo mejor que me he sentido nunca? ¿Haciéndome querer nada más que tu polla?"
—¡Sí! Sí, sí, ugh, ¡me aseguraré de que te sientas aún mejor pronto! —Takemichi besó y mordió ligeramente tus labios mientras finalmente se dejaba venir, temblando contra su cama más de lo que tú estabas contra él, casi mareada por el placer que sabe que te está dando.
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Mikey te atrajo hacia su cuerpo, sus testículos presionados bajo tu trasero. "Todavía no te vas a ir a ninguna parte. Todavía tengo que vaciar esto en tu coño". Movió sus caderas hacia arriba a pesar de que su pene ya no tenía adónde ir. La fricción fue suficiente para estimular tus paredes internas, provocando un pequeño gemido de ti.
