41

428 97 7
                                    

Jimin y Jungkook entraron a la habitación del hotel después de haberse divertido hasta el anochecer. Ya que era muy tarde para regresar a Seoul decidieron quedarse en un hotel, para irse al día siguiente; a Jimin le hubiese encantado quedarse unos días más en Busan divirtiéndose y haciendo momento inolvidables con su Alfa, pero lastimosamente no podían, ya que él debía de regresar a la universidad y su Alfa debía de ir a organizar sus asuntos sobre su herencia, pero tal vez vuelvan a ese lugar donde se crearon recuerdos inolvidables.

Jimin contempló la poderosa y robusta espalda de su Alfa, y de repente, una oleada de deseos incontrolables lo invadió, anhelando colocar su mano sobre esa piel tan familiar. Esa sensación lo transportó cinco años atrás, a un tiempo en el que, con apenas catorce años, su corazón latía por primera vez al pensar en tocar a Jungkook. Era curioso recordar aquella inocencia de su adolescencia, pero ahora, casi a los veinte, su conexión con Jungkook era más profunda y real. Su Alfa no solo era su protector, sino también el dueño de sus pensamientos y deseos, lo que significaba que podía acercarse y tocarlo siempre que lo deseara, eso era lo mejor de todo, ya no se tenía que restringir en tocarlo.

Jimin se acercó a Jungkook, mientras posaba suavemente sus manos sobre la robusta espalda de su Alfa. Jungkook se sobresaltó ligeramente al sentir el delicado roce de su omega, una sensación que lo hizo volverse hacia él con curiosidad.

—. Creo que tengo una obsesión con tu espalda desde que tenía catorce— confesó Jimin, dejando escapar una sonrisa pícara que iluminó su rostro haciendo reír a Jungkook

—. Bueno, ahora puedes tocarla con libertad— dijo Jungkook con una sonrisa

Jimin siguió sonriendo pero esta vez divertido con la situación—. Tú me hiciste pecar cuando tenía catorce. Yo era un niño puro, que nunca pensaba en nada, ni nadie, pero gracias a ti deseaba hasta fundir mi rostro en tu espalda o pecho—

Jungkook río—. Lo siento, fue mi culpa al dañar tu pureza— respondió con una sonrisa traviesa en los labios

—. ¿Sabes que, Jungkookie? Tú y yo estamos en un hotel, los dos, solos— dijo Jimin tratando de sonar inocente

Jungkook río y levantó una ceja mientras tomaba de la cintura a su omega—. Eso veo ¿Y qué quieres hacer? ¿Mmm?—

Jimin lo observó con una mirada pícara y una sonrisa maliciosa—. Hace mucho que no lo hacemos ¿Que tal hacerlo ahora?— dijo liberando sus feromonas, haciendo que Jungkook se estremeciera y soltara un jadeo

—. Eso es jugar sucio. Pero si mi Omega lo desea, entonces con gusto te complaceré esta noche— dijo Jungkook tomando el cuerpo de Jimin y llevándolo a la cama poniéndolo en ella sutilmente

Jimin sonrió satisfecho y tocó el pecho desnudo de su Alfa con sus dedos, observando todas las cicatrices qué envolvía el torso de Jungkook, al ver esas cicatrices le daban ganas de ir a matar nuevamente a Jeon Jung-Hwa.

Jungkook tomó la mano de su omega la cual estaba acariciando su torso y la llevó a su boca para plantar un beso en ella. Después de eso se acercó a su rostro y pasó su lengua por sus labios para por fin unir sus labios en un beso fogoso, sus lenguas se entrelazaron y comenzaron un baile apasionado, sintiéndose los dos perdidos en la intensidad del momento. El mundo a su alrededor desapareció, solo quedando ellos dos, unidos en un beso que no parecía tener fin.

Después de unos segundos, se separaron para recuperar el aliento, sus rostros aún iluminados por la intensidad del momento. Jungkook, con los ojos llenos de deseo, observó a Jimin, quien parecía estar en un estado de éxtasis. Sin pensarlo dos veces, se inclinó y besó suavemente los párpados de su omega, dejando un rastro de dulzura que encendió aún más la pasión en el aire.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝓑𝔂 𝔂𝓸𝓾𝓻 𝓼𝓲𝓭𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora