𝓑𝔂 𝔂𝓸𝓾𝓻 𝓼𝓲𝓭𝓮

45

2 meses después

Jimin estaba sentado en una cafetería cercana al hospital junto a sus dos mejores amigos, Taehyung y Hoseok. Ambos Alfas lo observaban con preocupación mientras trataban de distraerlo de la tormenta que llevaba días sobre sus hombros. El rostro de Jimin lucía pálido y demacrado, con ojeras profundas que destacaban el evidente agotamiento que lo consumía. Había perdido peso de manera alarmante, y su delgada figura apenas se sostenía bajo el peso de la preocupación.

Jimin pasaba prácticamente las 24 horas del día al lado de Jungkook, vigilando cada leve movimiento, cada mínimo cambio en los monitores del hospital. Había abandonado casi por completo sus estudios universitarios, dejando a un lado cualquier aspecto de su vida que no tuviera que ver con el estado de su Alfa. Apenas comía, y las pocas veces que dormía lo hacía en una incómoda silla junto a la cama de Jungkook.

Taehyung y Hoseok intercambiaron una mirada silenciosa, ambos conscientes de lo difícil que era ver a su amigo en ese estado. Siempre intentaban apoyarlo, recordarle que debía cuidarse y que no podía darse por vencido, pero sus esfuerzos parecían en vano. Aunque lograban convencerlo ocasionalmente de salir del hospital, como hoy, sabían que en su mente no había espacio para nada más que Jungkook.

—. Jimin, por favor, al menos come un poco— dijo Hoseok suavemente, empujando un plato hacia él con una expresión preocupada.

Taehyung se inclinó hacia él, su tono más firme pero igualmente cargado de cariño—. Jiminnie, necesitas cuidarte. ¿Qué crees que pensará Jungkook cuando despierte y te vea así? No querrá verte enfermo por su culpa—

Jimin levantó la mirada, sus ojos oscuros y cansados brillando con una mezcla de tristeza y sufrimiento. Aunque sabía que tenían razón, la angustia que sentía era un peso imposible de ignorar. Sus amigos solo querían ayudarlo, pero para él, cuidar de sí mismo no tenía sentido mientras su alfa permaneciera entre la vida y la muerte.

—. Lo intentaré…— susurró al fin, aunque ambos Alfas sabían que probablemente esas palabras se perderían en el vacío. Jimin miró el plato de comida frente a él, pero el simple acto de comer se sentía como una tortura. Con desgano, tomó un pedazo de huevo con el tenedor y lo llevó a su boca, masticando lentamente antes de soltar un largo suspiro. Alzó la mirada hacia sus amigos, quienes no apartaban sus ojos de él, llenos de preocupación.

—. El doctor...— balbuceó, tratando de formar las palabras, pero su garganta se sentía cerrada. Trató de tragar el nudo que se había formado, pero la presión en su pecho no hacía más que aumentar. Apretó el tenedor con fuerza, y sus manos comenzaron a temblar ligeramente.

Taehyung frunció el ceño y se inclinó hacia él, su tono suave pero urgente.
—. ¿Qué dijo el doctor, Jimin?— preguntó, mientras Hoseok también lo miraba con evidente ansiedad.

Ambos Alfas notaron el temblor en las manos de su amigo, un claro indicio de que lo que estaba a punto de decir no era nada bueno. Sus corazones se hundieron al imaginar el peso que debía estar cargando el omega.

Jimin inhaló profundamente, intentando reunir el valor para hablar. Sentía que cada palabra le arrancaría un pedazo del alma, pero no podía guardárselo más.
—. Dijo que… que lo mejor sería desconectarlo de las máquinas— confesó con voz temblorosa, sus ojos comenzando a llenarse de lágrimas—. El doctor dijo que hay muy pocas posibilidades de que despierte—

Al pronunciar esas palabras, su voz se quebró, y las lágrimas que había estado conteniendo comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Taehyung y Hoseok sintieron un golpe en el pecho al escuchar eso, sus rostros reflejando tanto el dolor como la rabia por la injusticia de la situación.