𝓑𝔂 𝔂𝓸𝓾𝓻 𝓼𝓲𝓭𝓮

30

Jimin y Jungkook salieron de la mansión, el Alfa se detuvo y observó a su Omega. Estaba muy agradecido con Jimin por todo lo que hizo allí adentro y disfruto hacerle eso a Seong-Hwa, tuvo la oportunidad y no la desaprovechó. Sabía que en estos momentos su padre y Seong-Hwa lo querían matar y tratarían de hacerlo después de esto, a él y a su Omega, pero no dejaría que eso pasara, primero tenían que matarlo para hacerle algo a su Omega, porque moriría por Jimin y no dudaría en dar su vida por él.

Jungkook se puso al frente de Jimin y lo tomó de las manos, el omega lo observó y ladeo un poco su cabeza en la espera de que su Alfa hablara, aunque ya tenía una idea de lo que diría.

—. Jimin, primero que todo te agradezco con todo mi ser como actuaste allí adentro, le diste una lección a mi padre y me diste una oportunidad para darle su merecido a Seong-Hwa. La luna me dió el mejor destinado que un Alfa puede desear, y yo le agradezco eso, y a ti por aceptarme, a mi, a este estúpido Alfa que te rechazó y te hizo sentir mal— dijo con voz suave mientras besaba los nudillos de el pelirosa—. Pero tu literalmente te declaraste a mi padre como su enemigo ¿Sabes que significa eso?— dijo ya con voz preocupada

Jimin suspiro y lo observó—. Todo lo que hice fue por tí, me declare como su enemigo por tí, porque quiero hacer sufrir a tu padre por lo que te hizo, a tí y a tu madre, quiero vengarme por tí. No me importa que sea el Rey de las mafias o lo que sea, no le tengo miedo, así que no te preocupes por mí, estaré bien. Además si me intentan hacer algo, tu me protegeras ¿Verdad?— dijo Jimin con una sonrisa leve

Jungkook suspiró y lo observó unos segundos para después abrazarlo e inhalar su aroma—. Por supuesto que te protegería, no dudes Jimin, que daría mi vida por tí, porque en este momento eres la persona más importante en mi vida, y te juró que mataría a mi familia si te llegarán a tocar—

Jimin sonrió conmovido y abrazo fuertemente a su Alfa llenándose de su olor—. Eso es lindo de escuchar, gracias, Alfa—

—. No, gracias a tí— dijo con voz suave disfrutando el momento, Jimin se separó un poco de él y lo miró a los ojos

—. Creo que no te lo había dicho, pero ya que me acorde te lo diré. El cumpleaños de mi padre es en dos días, ¿Entonces por qué no vamos a buscarle un regalo?— dijo Jimin envolviendo sus brazos en el cuello del Alfa, Jungkook abrió los ojos al saber que el cumpleaños de Park Hee-Sung era en dos días. Recordaba que todos los años invitaban a su familia a la gran fiesta de cumpleaños del Alfa, siempre los Park lo daban todo, la fiesta siempre era totalmente enorme y llena de invitados importantes. Cada vez que los invitaban, nunca iba, se sentía terriblemente incomodo y era molesto ir a la fiesta de cumpleaños con su padre, madrastra y hermano medio, prefería ir a un bar a tomar toda la noche o quedarse todo el día en su casa, pero ahora todo había cambiado, Jimin era el hijo del gran Park Hee-Sung así que si o si tendría que asistir, a las buenas o a las malas.

—. Umm... No recordaba que el cumpleaños de tu padre se acercaba. Le regalaré algo que le guste ¿Crees que le guste un vino?— preguntó mientras ponía su mano en la cintura de su omega

—. Mm... Sí, podemos ir a buscar el favorito de mi padre y así nos distraeremos de lo que acabo de suceder ¿Que te parece?— dijo Jimin tomando de la mano a Jungkook y jalandolo hacia el auto emocionado

Jungkook solo sonrió y asintió para subirse a su auto, después de unos segundos arrancó—. He escuchado que a tu padre le gustan las cosas sofisticadas, aunque no es muy sorprendente— dijo Jungkook con una sonrisa

Jimin lo observó y asintió—. Sí, por eso es reconocido por hacer las mejores fiestas de todo el país y por ser tan quisquilloso con lo que le regalan— dijo con una sonrisa, tenía mucho parecido a su padre, ya que también era demasiado quisquilloso con lo que le regalaban, le gustaban los regalos caros y si le daban dinero era mejor, no tenía la culpa de ser así, su familia era la que tenía la culpa ya que siempre le compraban y le daban lo que quería, así que si le daban algo que no era de su gusto, simplemente lo desechaba o se lo regalaba a alguien que si lo quisiera.