Una sombra del pasado. Una nueva amenaza. Un héroe roto.
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Tras los eventos ocurridos en su enfrentamiento contra la Sociedad Oscura, y culpándose p...
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El camino hacia la guarida de Mammón fue breve y relativamente pacífico. A lo lejos, los sonidos de la batalla que estaba siendo librada por Alexios y los demás sugería que su plan estaba funcionando, como también lo hacía la poca cantidad de demonios que cruzaron en el trayecto, la mayoría de ellos demasiado enfocados en tratar de recapturar a los rebeldes, de forma que Marylin y Vincent optaron por eludirlos en lugar de agotar sus fuerzas en escaramuzas inútiles. Debían enfocarse en el Príncipe, eso estaba claro, y, sin embargo, la mente del detective no podía evitar preocuparse por el silencio prolongado que la maga le regalaba.
—¿Qué te tiene tan callada? —preguntó Vincent.
Marylin se volvió hacia él casi con sorpresa, como si la pregunta la hubiera tomado desprevenida. La maga aclaró su garganta y respondió:
—El Plano de Sombra... requiere cantidades inusuales de energía mágica para sostenerse. Solo hay un puñado de criaturas lo bastante poderosas como para hacerlo.
—¿Mammón siendo una de ellas?
—Dije criatura mágica, Mammón es un demonio. —Silencio— ¿Piensas que los demonios son criaturas mágicas? —Silencio—. En serio, voy a tener una conversación con James. Es increíble lo poco que entiendes de todo este asunto.
—Entiendo entonces que Mammón no es el origen del Plano de Oscuridad...
—De Sombra —corrigió ella, frustrada.
—¿Entonces quién es?
—Eso es lo que me preocupa, y la pregunta siguiente...
—¿Es un aliado o un enemigo? —comprendió Vincent.
—Exacto. —La gigantesca puerta de la torre ya se divisaba a la distancia—. Si eres de los que rezan... te sugiero que empieces a hacerlo.
El enorme portón se abrió, dejando salir a un nuevo grupo de demonios enviados a detener a los insurgentes. El dúo se amuchó junto a una pared cercana para ocultarse y pasar desapercibidos, pero, antes de que la puerta se cerrara, la maga lanzó un breve conjuro con un movimiento de manos, deteniéndola a escasos centímetros del suelo.
Entendiendo que esa era su oportunidad, Vincent se lanzó corriendo al frente con Marylin siguiéndolo bien de cerca. Una vez estuvieron junto a la entrada de la torre, ella volvió a usar su magia para alzarla un poco más y, sin dudarlo un segundo, el dúo hizo su entrada en la guarida del Príncipe.
El interior de la torre se encontraba en penumbras, pero la hechicera pronto conjuró una pequeña llama que les permitió observar una lúgubre entrada que recordó a Vincent a algunos complejos carcelarios. Más adelante, sonidos de maquinaria trabajando rítmicamente atrajeron su atención. Con cautela, el dúo avanzó y no tardaron en dar con la fuente del sonido.