La desconocida

4 0 0
                                    

La deseé tanto en tan poco, que cuando se marchó sentí que había perdido a mi alma gemela. Está demás decir que me la comí con la mirada. Me hablaba tan de cerca que yo me estremecía, al punto de que tenía que hacer un esfuerzo para mantener la compostura. Noté sus labios húmedos y ya me imaginaba apretándolos contra los míos. Esa mirada femenina en esos ojos caídos, hacían volar mi imaginación. Por fortuna todo pasó en un instante. De lo contrario, no habría podido tomar una decisión sensata y me hubiera dejado seducir por mis emociones.

El diario de DiorWhere stories live. Discover now