Stupid Love

Capítulo quince:

Pasó semana y media desde el secuestro de Dong Hyun. Sólo logré verlo durante el horario de clases y de regreso a casa, ya que él me llevaba de regreso rn aún auto. Pero no se quedaba más de 5 minutos y se marchaba a se casa.
  - Quédate un segundo más. Quiero quedarme abrazada a ti un momento más - me aferré a su cintura.
  - Sabes que tengo que irme ahora. Mañana te veré en el colegio; no tienes que esperar mucho - acarició mi cabello y me alejó un poco.
  - Dong Hyun - me quejé. Pero sólo logré que sonriera.
  - TN - imitó mi voz.
  - Por favor - seguía hablando con el mismo tono de niña pequeña.
  - Ve a estudiar - besó mi frente.
  - Preferiría estudiar contigo - crucé mis brazos y él río.
  - Yo adoro estudiar contigo; pero estoy muy ocupado y tengo límite de horario con el auto.
  - Está bien - bajé la mirada y caminé hasta abrir la puerta - vete antes de que me arrepienta - dije seriamente.
  - Te veré témpano en la mañana - besó mi mejilla suavemente y se alejó hacia su auto.
Lo observé irse y entré nuevamente a la casa.
Lavé algunas cosas sucias: ropa, utensilios de cocina, los pisos. Encargué una pizza para almorzar y me arrojé en el sofá a mirar televisión y pretender estudiar.
Comenzó a sonar mi celular; era una llamada de la abuela de Dong Hyun.
  - ¿Hola?
  - Hola niña; ¿estás haciendo algo ahora? - hablaba muy alegre.
  - Iba a comenzar a estudiar; ¿necesita algo?
  - ¿Podrías ordenar una habitación del primer piso?; en un momento llegará el camión de mudanza. ¿No te molesta verdad?
  - ¿Quien... quien vendrá? - ¿tendré que vivir con algún extraño?
  - Es una sorpresa; ¿puedes hacerlo?
  - Si; yo lo arreglo.
  - Muchas gracias; pasaré más tarde por ahí - colgó la llamada.
Me puse de pié y comencé a limpiar una habitación. Se estacionó un camión y comenzaron a bajar muebles y cosas. Los dejé pasar y les indiqué en dónde colocar las cosas.
Ordene cada cosa, doblé cada prenda de ropa y estendí la cama.me arrojé nuevamente sobre el sofá de la sala y comencé a leer mis apuntes de Historia.
¿Porqué estudiamos esto?, ¿ a caso éstos hechos ya no pasaron?
Sonó el timbre luego de dos horas; era la abuela de Dong Hyun acompañada de una señora mayor. Esa señora es demasiado familiar.
  - ¿A-abuela? - tartamude en silencio.
  - ¡Niña! - me abrazó la abuela de Dong Hyun.
  - Hola - dije algo apagada.
  - ¿cómo estás?, ¿has hecho lo que te pedí?
  - Si; ¿ella es...
  - Tu abuela. Vivirá contigo; ¿no es genial? - sonrió feliz y se alejó a buscarla.
  - En lo más mínimo - susurré.
Entraron a la casa y se dirigieron a la habitación. Las seguí y me mantuve alejada; mientras las observaba recorrer la casa.
  - ¿Cuál es tu habitación? - me preguntó. Mientras la abuela de Dong Hyun se distraía con la nevera.
  - En el piso de arriba; así no la molestaré en lo absoluto.
  - ¿Molestar? - habló de lejos la abuela de Dong Hyun.
  - Siempre molesté en su vida, ¿no es verdad? - dije seriamente -  Yo tengo mi habitación y usted la suya. No molestaré así que no se preocupe.
  - ¡Niña espera! - gritó la abuela de Dong Hyun, mientras me alejaba corriendo las escaleras.
  - Déjala. Se le pasará - dijo mi abuela. Pero no hice caso a ello.
Cerré la puerta. Dándole un gran golpe al cerrarla.
  - ¿No me soportó en los últimos años y ahora está aquí?. Tiene que ser broma. ¡Claro!; me dormí en el sofá y estoy soñando aún.
Bajé a buscar mi cuaderno. Llevando mi mochila, celular y una campera en manos.
  - Iremos de compras; ¿quieres ir con nosotras? - se acercó mi abuela.
  - Muchas gracias; pero necesito estudiar - hablé secamente y me encaminé a la puerta de salida - iré a la biblioteca. Aquí no puedo estudiar. Lo lamento señora - miré a la abuela de Dong Hyun - Esto es muy importante para mi futuro - sonreí falsamente y me retiré de la casa.
Caminé algunas cuadras y llegué a la gran biblioteca de la ciudad. Afortunadamente el silencio fue de mucha ayuda.
Pasar toda una tarde con los cuadernos y libros, logró aislarme de pensar en ver a mi "abuela" al volver.
Regresé ya pasadas las 10:30 de la noche. Ella estaba en la cocina preparando la cena. La observé y subí las escaleras.
  - ¿Cenas conmigo? - se escuchó su voz desde fuera de mi habitación.
  - No tengo hambre - en realidad si la tengo y mucha.
  - Te dejaré en la nevera si quieres más tarde.
Tomé una ducha y bajé a buscar algo de cenar. Abrí la nevera y lo que encontré fue una pequeña nota sobre un recipiente con ensalada.
"Ten una bonita cena"
Algo oprimió en mi corazón. ¿Será algo así como culpabilidad?.

(....)

Témpano en la mañana. Tomé mía cosas y salí de la casa; estaba silenciosa y ella no se había despertado aún.
  - ¿Qué? - dije tratando de estar seria frente a Dong Hyun.
  - Sube que te llevo al colegio - habló desde el interior de su coche.
  - Estamos a dos cuadras. Puedo llegar sola.
  - Sólo sube - sonrió.
  - Te odio - entré al auto - siempre logras que te haga caso. No es justo.
  - ¿Qué pasó en tu casa ayer?; mi abuela llegó algo molesta.
  - Hay nueva persona viviendo en la casa.....
  - ¿Quien es? - dijo seriamente, casi haciendo un escandalo.
  - Es mi abuela - reí.
  - Ok perdón - sonrió.
  - Es divertido verte celoso - sonreí - muy adorable.
  - Calla - río - mejor comienzo a mover este auto o no llegaremos a ningún lado.
  - Tú eres el que discute y no se mueve - reí.

(....)

Nuevamente luego del colegio. Dong Hyun me llevó hasta la casa; pero se despidió desde el auto. Tener a alguien en casa le quita la emoción de pelear juntos. Pero lo bueno es que puede verlo y discutir por un tiempo corto.
  - Preparé el almuerzo - dijo feliz al verme.
  - Comeré en un rato - subí las escaleras y entré a mi habitación.
Bajé luego de algunos minutos. Ella aún esperaba sentada en la mesa familiar. Aún no se por que hay una mesa tan grande.
Me senté frente a ella; almorcé en silencio. Al terminar; lavé lo que ensucié y volví a mi habitación.
Pasaron los minutos y estas cuatro paredes no hacían más que aburrirme.
Comenzó a sonar mi celular. Era el número de Dong Hyun.
  - ¿Hola?
  - ¿Porqué no hablas con ella? - su voz dulce del otro lado de la línea; es demasiado tranquila.
  - No me apetece - hablé secamente.
  - ¿Es tu abuela verdad?
  - Sólo reconocí a una y está bajo tierra.
  - ¿Esperas perder otra?
  - No molestes con este tema Dong Hyun. No quiero hablar de ello y menos ahora.
  - ¿Sucede algo malo? - cambió de tono rápidamente.
  - Nada; sólo que intento ser amable y no es fácil.
  - Hazlo naturalmente. Se la chica adorable de siempre.
  - Es distinto.
  - ¿Porqué?
  - No quiero hablarlo por teléfono y como tu no puedes saliera en la tarde - suspiré - te veo luego. Quiero descansar un rato.
  - Descansa bonita. Te quiero.
  - Te quiero - colgué la llamada.
Me acomodé y hundí mi cara en la almohada. Cerré mis ojos y luego de algunos minutos alguien entró a la habitación. Se acostó a mi lado; acomodó su cabeza junto a la mía y me abrazó por la cintura. Su respiración se sentía calida y muy cerca de mi oído.
  - Estoy para escucharte bonita - susurró y yo simplemente sonreí.
  - Sólo quédate aquí y no dejes de abrazarme. Por favor - sujeté usa manos. Entrelacé nuestras dedos y me dormí abrazada de él.
  - Te quiero a mi lado - susurré antes de dormirme.

........

Colgó la llamada con un simple "Te quiero" apagado y sin sentimiento. Estaba haciendo el mismo tono de cuando perdió a su abuela. Esto simplemente significa una cosa, y es que tiene miedo de estar sola en su silencio. Pero no quiere que alguien lo sepa.
Bajé corriendo las escaleras y subí al auto; aceleré antes de que llegara mi guardaespaldas a evitar que saliera de la casa. Ahora tengo un guardaespaldas que me sigue a todos lados, por "seguridad".
Entré a la casa y saludé de pasada a la abuela de TN. Subí las escaleras y entré a su habitación; usando mi copia de su llave. Me acosté a su lado y esperé a que se durmiera.
  - Te quiero bonita y siempre estaré aquí - susurré y me rendí frente al sueño. Quedando abrazados, en su habitación, en su cama, en su casa a puertas cerradas.
Extraño pelear contigo todos los días como antes. Se volvió todo muy complicado desde ese día. Pero eso cambiará al finalizar el baile; ese será nuestro momento y sólo nuestro.