Capítulo diecisiete (parte uno)

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La limusina se estacionó frente a la puerta de entrada. Se abrió la puerta y me acerque algo temerosa ala puerta; caminando sobre una alfombra verde que daba la sensación de ser pasto.
¿Porqué alfombra verde?. No le dí mucha importancia y continué caminando.
Las cortinas son de un verde algo oscuro. Las mesa marrones con manteles verdes; la decoración del techo daba la sensación de estar en un bosque. Muchas luces en el suelo iluminaban un  camino directamente hacia el escenario. Lo seguí. Quería saber a qué se debía ese camino iluminado.
Comenzó a sonar una melodía y todos giraron hacía mi. Dong Hyun sostuvo mi mano y caminó junto a mi.
  - Te tengo una sorpresa - susurró y se alejó corriendo hacia detrás del escenario. Dejándome en medio del salón.
Salieron al escenario cinco chicos con capas rojas largas y con la capucha puesta. Dong Hyun se colocó junto a ellos; llevando el mismo atuendo.
Los observé cantar y bailar. Sólo podía sonreír y aplaudir junto a las demás personas. Terminó la canción y Dong Hyun tomó el micrófono en manos y sonrió nervioso.
  - Buenas noches a todos. Espero que su noche sea especial; y para las chicas que han venido solas. Tengo aquí a cinco amigos y también han venido sin parejas.
  - Calla - rió el más pequeño de ellos.
  - Que continúen pasando entretenido. Yo me retiro - se alejó de escenario, y caminando hacia mi.
Le entregó su capa a uno de los chicos y me abrazó por la cintura y besando mi frente.
  - Hola bonita - sonrió.
  - Hola bonito - reí - Interesante tu baile y esa canción, y...
  - ¿Te gustó? - me observó nervioso.
  - Si; ¿qué otra cosa sabes hacer?. Creo que esto me vuelve cada vez más pequeña en talentos junto a ti.
  - Tú tienes el mejor talento - sonrió.
Aún estábamos a mitad de la pista, bajo los reflectores. Abrazados casualmente, como si el mundo a nuestro alrededor no tuviera importancia.
  - ¿Qué talento?
  - Éste - sonrió.
  - ¿Éste?, ¿cuál? - dije sin entender.
  - El de enamorarme; el de poder hacerme sonreír sin siquiera decir una palabra. Entenderme hasta en mis silencios y el poder.... no lo sé. Luego de todo lo que pasó; estuvimos en peligro. Pero logras que siga enamorado y no tiene importancia que situaciones vivamos. Estoy seguro de que me enamoraras nuevamente cada mañana de cada día, de cada semana, de todos los años que podamos estar juntos - besó mi mejilla y se alejó. Tomó mi mano y me arrastró hacia una mesa.
  - ¿Qué habías dicho?; la música no me dejó escuchar completamente.
  - ¿En verdad? - su expresión de decepción.
  - No - reí - Si lo escuché todo. Fue muy dulce y... gracias.
Ahora nos encontrábamos sentados en una mesa. Dong Hyun sostenía mi mano y jugaba con su pulgar y mi uñas. Veíamos entretenidos a la banda que cantaba en vivo.
  - ¿Estuviste organizando esto verdad? - giró su miranda hacia mi y sonrió levemente.
  - Si; quería hacer algo especial - entrelazó nuestros dedos y río.
  - ¿Historias en el bosque? - rió nervioso - ¡Lo adiviné!
  - Me llevó semanas el nombre y tu lo descubres fácilmente.
  - Leo tu mente. Así descubro las cosas - sonreí y él quedó serio.
  - ¿Quieres ver algo? - se levantó y extendió su mano hacia mi.
  - Encantada - lo seguí. Sosteniendo su mano fuertemente.
Las cortinas verdes comenzaron a oscurecerse y convirtiéndose cada vez más y más oscuras. Entramos a una habitación. Totalmente oscura y con pequeñas luces en el techo y la pared del fondo.
  - ¡Estrellas! - sonreí emocionada.
  - Muchas personas prometen bajar las estrellas a esa persona especial - me abrazó por la espalda - Yo te las conseguí para ti en esta noche especial; quiero que sea tu noche especial.
  - Ya es especial desde antes de venir. La simple razón de tenerte como pareja de baile y...
  - Aún no termino con las sorpresas. Aún no me digas si es especial.
  - Pero...
  - Aún no - trató de contenerse serio.
Reí y me abracé a su cintura.
  - Todo. Completamente todo es especial junto a ti. No me importa si solamente estamos sentados uno frente al otro, mirándonos sin hacer nada interesante. Eso para mi ya es perfecto. Al menos para mi si - sonreí nerviosa.
  - Eres perfecta - besó mi mejilla y luego me abrazó fuertemente. - ¿Te gustan tus estrellas?
  - ¡Las adoro y mucho!
  - ¿Quieres unas?
  - ¿Cómo? - ahora si no entendía.
  - Es una nueva sorpresa.
  - ¿Más sorpresas?. Tienes que dejar de darme sorpresas o regalos; me vuelvo mimada por ti.
  - Es lo que quiero - sonrió dulcemente.
  - ¿Qué es esa sorpresa de la que hablabas? - me alejé e hice pucheros.
  - Lo sabrás al final del baile; en esta misma habitación. Sólo espera - sonrió - ¿vamos al salón? - asentí atónita y él comenzó a jalar mi mano suavemente hacia fuera de la habitación.
Volvimos a nuestra mesa. Ahora todos los chicos y chicas de nuestro grando estaban en sus respectivas mesas, con sus respectivas parejas. Pero en la nuestra estaba Dereck con una chica; la novia de David y sobraba una silla. Creo que vendrá, pero es una locura.

Stupid LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora