♡ "MF ! one shots

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𝐣𝐨𝐡𝐧 𝐛¡

"¿Te gusta esa nena? ¿Te gusta ser mi pequeña zorra?"

“¿Me dejarías follarte donde cualquiera pudiera verte?”

La mezcla de sus palabras sucias junto con las embestidas profundas y duras de su polla te hacen decir palabras incoherentes y confusas y gemidos que caen libremente de tus labios mientras John B te penetra una y otra vez con tu cuerpo posicionado en la parte delantera del HMS Pogue. No pudiste encontrar la capacidad de preocuparte por estar sentada en un canal abierto, donde literalmente cualquiera podría pasar en coche y verte. Al principio, te costó un poco de trabajo convencerte para que te desnudaras, pero tan pronto como te lamió una raya rápida en el coño, se acabó el juego.

"¿Te cogí tan estúpidamente que no me respondiste?" murmuró en tu oído, empujando sus caderas hacia delante con especial fuerza y ​​haciéndote gritar.

Allí estabas, de rodillas en la parte delantera del pequeño bote, cada embestida de sus caderas hacía que el barco se balanceara y enviara olas a través del agua por lo demás tranquila. El sol caía a plomo sobre ti, el sudor goteaba de tus cuerpos mientras tu euforia se acercaba cada vez más.

"Qué pequeña puta para mí. ¿Usando ese diminuto bikini y pensando que no me haría querer follarte? Debería castigarte por mostrar lo que es mío. ¿Qué piensas, nena?" Sus embestidas se hicieron más lentas, lo suficiente para privarte de tu orgasmo y hacerte gemir de frustración.

"Joder JB, por favor. Por favor haz que me corra". Se rió entre dientes oscuramente, azotándote el trasero con fuerza antes de disminuir aún más la velocidad, haciendo una embestida fuerte y luego retirándose hasta la punta lo más lentamente posible antes de repetir la acción.

—No lo creo, zorra. Yo tengo el control aquí, no tú. ¿Quieres correrte? Tienes que rogar y tal vez lo considere. —Se retiró por completo, lo que te hizo gemir por la pérdida de contacto. Se tumbó boca arriba, indicándote que te subieras encima, lo que sabía que odiabas. Tú accediste a regañadientes, flotando sobre su cintura y acariciando su longitud con tus manos.

—Bueno, no se va a follar solo, muñeca, sigue adelante. —Parecía casi aburrido, la expresión de su rostro te hizo sonrojar de vergüenza. Te hundiste sobre él, haciendo una mueca de dolor por lo profundo que estaba embistiendo en ese ángulo. Empezaste un ritmo lento y tembloroso, tratando de rebotar arriba y abajo pero sin poder mantener un ritmo constante. Él se rió, agarrándose de tus caderas y moviendo tu cuerpo como quería.

—Pobre puta tonta. Ni siquiera puedes montarme correctamente. No te preocupes, haré el trabajo por ti. Mientras las lágrimas corrían por tus mejillas, apoyaste tus manos sobre su pecho, dejándolo penetrarte a su propio ritmo mientras intentabas conocerlo.

"Te ves tan bonita sentada en mi polla mientras lloras, podría mirarte todo el día". Tu coño se apretó ante sus palabras, tan excitado por lo pequeña e insignificante que te hacía sentir.

"Oh, a mi pequeña zorra le gusta esto, ¿no? ¿Te gusta cuando te insulto?" No pudiste evitar gemir, tan cerca del borde que podías sentir tu cuerpo esperando a liberarse.

"Sí, papi, me encanta.”

“¿Puedo correrme? ¿Por favor?". Él sonrió en respuesta, sus dedos callosos acariciando tu clítoris con rudeza.

—Creo que te lo has ganado. Córrete para mí, ahora —te ordenó y tú obedeciste, desmoronándote sobre su polla y empapando el suelo del barco. Él te siguió poco después, sacándote y pintándote el pecho con su semen. Fuiste a limpiarlo pero él te detuvo.

—No, no, déjalo ahí.-

“Deja que el sol broncee tu piel alrededor de mi semen para que todos puedan ver lo puta que eres". Te colocaste el bikini en su lugar, contenta de sentarte a su lado mientras te dirigías de regreso al castillo.