192

346 3 0
                                    

𝐩𝐞𝐝𝐫𝐢 𝐠𝐨𝐧𝐳𝐚́𝐥𝐞𝐳¡

𝐩𝐞𝐝𝐫𝐢 𝐠𝐨𝐧𝐳𝐚́𝐥𝐞𝐳¡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Crees que eres muy gracioso, ¿no, mocoso? —La voz de Pedri es áspera y su tono amenazante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Crees que eres muy gracioso, ¿no, mocoso? —La voz de Pedri es áspera y su tono amenazante. Sollozas y sacudes la cabeza desde tu posición contra la pared de la ventana en la que tu cuerpo está retorcido.

—Tal vez debería hacer una broma y abrir estas persianas —se inclina bruscamente hacia adelante para manipular torpemente dichas persianas, el cambio repentino en su posición hace que su gruesa polla se deslice aún más profundamente dentro de tu caverna caliente y efusiva.

"Y que todos te vean como la pequeña zorra sucia que eres", habla por encima de tu débil y pequeña súplica de 'no". Su ira intimidante no tiene en cuenta tus lágrimas y sollozos.

Creíste que eras un genio por esto... no.

Por supuesto, si solo hubieras llevado la camiseta que ahora colgaba sobre tu cabeza enredada entre tus brazos en apoyo a tu novio, no habría sido tan ofensivo ni trascendental. Simplemente habrías sido una novia que muestra su apoyo. Pero no fue tan sencillo y no fuiste tan inocente.

No.

En cambio, sonreíste con sorna cuando tus ojos se posaron en la camiseta de local de Rodrygo de esta temporada que te había comprado en tu talla. En tu defensa, no pudiste encontrar nada que ponerte y esto te había parecido una solución divertida de matar dos pájaros de un tiro en aquel momento, cuando estabas eligiendo un atuendo para el día importante. Demuéstrale a tu novio tu devoción por él y si lograbas llamar la atención de tu buen amigo mientras vestías la camiseta del club rival, sería una buena idea. Ese era el plan.

Excepto que hiciste más que llamar la atención de dicho amigo.

Como tu novio siempre se iba mucho antes los días de partido, era habitual que llegaras al estadio unos minutos antes del partido sola. A veces era así, otras veces te acompañaban las novias y esposas de sus compañeros de club. Hoy estabas sola y se suponía que debías reunirte con tus compañeras en las gradas reservadas para todas. Pero, antes de que pudieras llegar a la cancha, alguien te había arrebatado y sacado de la multitud en un abrir y cerrar de ojos. Antes de que pudieras emitir cualquier tipo de protesta o incluso darte cuenta de lo que estaba pasando, te habían empujado a una habitación oscura y la persona había cerrado la puerta con llave antes de darse la vuelta para flotar sobre tu figura, que siempre se las arreglaba para elevarse de alguna manera.

♡ "MF ! one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora