♡ "MF ! one shots

023

♡ 𝐧𝐚𝐭𝐞 𝐣𝐚𝐜𝐨𝐛𝐬 ♡

"¿Qué te parece eso, puta de mierda?"  Nate gritó.

El calor de tu cara, tus piernas, era demasiado. Gemiste muy fuerte.

“Ah, oh, ah, ohhh, Naaate-” gemiste. Eso no impidió que te tocara, se burló de tus pliegues, hurgando alrededor de ellos.

Había robado un escritorio de alguna parte y te había tumbado como un perrito sobre él, él detrás de ti. También te tenía atado con una correa que había comprado, la cual te sujetaba con firmeza enroscándola debajo del escritorio. No podías moverte, incluso si quisieras, no podrías huir, te estaba reteniendo aquí.

Él te miró indiferente.  

"Cállate. Este es tu castigo. No llegaste a tiempo, si no lo hacías, serías castigado, ¿recuerdas?"

Tendido contra el escritorio, respondiste, 

"¿Pero cómo? ¿Por qué? ¿Cómo estuve-?"

intervino.  

"Deja de quejarte, estás haciendo esto ahora" empujó un dedo con fuerza contra tu abertura.

"Oh!"

Marchitándote de dolor y placer, te abrazaste a la mesa en la que estabas apoyado y empujaste tu entrepierna contra ella, con la esperanza de escapar de su toque. Bueno, ¿qué estás pensando? Te ha empujado hacia abajo sobre un escritorio de la escuela (todavía en el parque) y con una correa, ¡ y en público! 

"¿Te gusta esto?" Él se rió.  

"Qué zorra. Ni siquiera estaba tratando de hacerte correr, esto es un castigo, coño. ¿Por qué diablos estás tan mojado? ¿Te pones cachondo por esto?"

"¡No es mi culpa!"  Dijiste, atado por su correa.  

"¡ESTÁS JUGANDO CONMIGO EN PÚBLICO!"

"Sí, no jodas, cariño" el te sonrió.  

"Y voy a hacerlo un poco más".

Se levantó y golpeó en seco contra su abertura. Lloraste, cuando empujó, podías sentir el bulto de su erección tocando tu dura abertura.

Casi lo tenías.

Sin dejar de sonreír, te hizo cosquillas en la entrada. Tus pezones se endurecieron contra la brisa fría que entraba.

"Cristo, maldito perdedor ¡Bueno, esto es lo que pasa cuando no haces lo que te dicen, niña tonta!"

Miró a una pareja mayor que pasaba caminando, probablemente se estaban preguntando qué estaba pasando, contigo y tu "todo" expuesto. 

"Continúa" dijo Nate, mientras pasaban.

"Oye, una pareja de ancianos acaba de pasar ¡Ja! ¿Los conoces?"

Te encogiste.

¡Dios, una pareja de ancianos observándome! ¡Podría conocerlos! ¡Y si fueran los padres de mis amigos! ¡O mis MAESTROS! ¡¡Dios, eso sería tan HUMILLANTE!!

"Joder, ahora me estás poniendo cachondo, espera aquí" dijo. Quitó la mano que tenía en tu espalda y te mantuvo firme con una mano en la correa, sujetándolo con fuerza, fue detrás de ti y se puso en cuclillas.

Te separó las piernas y miró tus genitales. Te miró a la cara y empezó a lamerte con cuidado.

Gemiste, esto no se parecía en nada a tocar, pero sin embargo te hizo sentir más incómodo.

"Nate, Nate, ¿qué estás- oh, haciendo- guhh"

"Quitándome las ganas, puta" continuó mordiendo.

Mientras continuaba, fue más y más profundo. Lamió todo el camino entre tus paredes

Gemiste entrecortadamente, con fuerza.

"Nate, detente" suplicaste.

Se tomó un momento para mirarte y luego continuó dándote placer.

"No puta, joder, estoy caliente ahora".  Frotó tus pliegues agotados.  

"Ahora te quiero, carajo".

Dudaste, curvando los dedos.

Se desabrochó los vaqueros y se bajó los pantalones. Agarró su miembro, deseaste haberlo visto. Tomó aire y lo empujó dentro de ti.

Gritaste. Dios mío, sabías que vendría pero no esperabas ESTO. Fue tan duro.  ¿¡¿¡Y GRANDE!?!?

¿Y la forma en que lo hizo sin dudarlo?

Él sonrió, trazó tus muslos y empujó dentro de ti, sonriendo detrás de tu vista perhepial.

¿Tu enamorado de la secundaria, el deportista más popular de la ciudad, ahora te estaba follando en público?

"Perra, estoy jodidamente feliz" te agarró de las caderas y te golpeó. Sentías cada longitud de onda, cada vibración que emitía mientras empujaba y tiraba bruscamente dentro y fuera de ti. Fue tan bueno, me pregunto cuántas chicas ha tenido antes que yo. Uf, probablemente docenas. Lo que sea, no dejaste que te molestara. Ahora tenías su pene ¡Era un placer como ningún otro!

Acababa de empezar y lo estaba haciendo muy bien.

"¡Oh, oh, oh! ¡Oh, Dios, Nate!"

Todavía golpeando, 

"¿Qué pasa, perra?"

"¡Eres tan bueno papá! ¡Necesito más de ti!"

De repente se detuvo, a mitad de camino dentro de ti ¡¿Dios, qué estaba haciendo ahora?! El dolor era insoportable.

"Nate!?" 

"Sé lo buena que es mi polla ¿No crees que todas las chicas antes de ti me han dicho esto? Sigue adelante y disfruta de la polla de papá mientras la tienes, puta estúpida".

Finalmente reanudó, y ahora era mejor que antes. Empujó, saltó y se abalanzó, y tú gritaste en respuesta a su ira y agonía;  todavía en la publicidad del parque y los transeúntes locales.

Seria feliz si no fuera un castigo.

Aspiró tu olor.  

"Sí, ¿cómo te gusta eso, pequeño coño desagradable?" Tocó tu clítoris.

Gemías y chillabas.

Continuó jorobándote hasta que se corrió, derramándolo todo sobre ti y sudando.

"¿Esto te enseña a no volver a llegar tarde?"