El nuevo mundo al que Arlette había llegado era un espectáculo en sí mismo. Pétalos rojos flotaban con el viento, sus movimientos guiados por la dirección que Arlette tomaba. Ella caminaba maravillada, sintiendo por un momento una calma que parecía imposible en su viaje.
Arlette: sonriendo mientras tocaba un pétalo que flotaba cerca de su rostro —Al menos aquí las cosas parecen más tranquilas...
Al intentar tocar una planta de hojas doradas, esta cobró vida de repente. Un hombre-árbol, con raíces como brazos y hojas brotando de su espalda, emergió del suelo. Con un rugido profundo, se lanzó hacia Arlette.
Arlette: —¡Genial, otra cosa que quiere matarme!
Arlette esquivó sus ataques mientras lanzaba hechizos de fuego desde su bastón, golpeando las ramas del hombre-árbol y haciendo que chisporrotearan. Con una ráfaga mágica, derribó al hombre-árbol, quien cayó pesadamente al suelo antes de desvanecerse en una nube de polvo.
Arlette: —¿Qué demonios crece en este mundo?
Avanzando, Arlette llegó a un pequeño pueblo rodeado de casas desgastadas y cubiertas de flores marchitas. En una de las casas más altas, vio una figura imponente: un hombre-escorpión gigante con una cola afilada como una lanza y un caparazón negro brillante. Estaba sentado, sosteniendo un barril de vino que bebía con total despreocupación.
Señor Escorpión: —No tienes nada que buscar aquí, niña. Márchate antes de que te haga desaparecer como a los demás.
Arlette: —No vine a buscar problemas. Estoy buscando a mi hermano, Valken. ¿Lo conoces?
El hombre-escorpión se detuvo por un momento, sus ojos centelleando con lo que parecía ser un recuerdo incómodo.
Señor Escorpión: —Conocí a ese tipo. No quiero saber nada de él.
Arlette: —¿Sabes dónde está? ¡Por favor, es importante!
Señor Escorpión: gritando con furia —¡Lárgate! No tengo respuestas para ti.
Arlette, frustrada, levantó su bastón y golpeó los barriles de vino que había junto a ella, rompiéndolos y dejando que el líquido se derramara por el suelo.
Señor Escorpión: levantándose con un rugido —¡Maldita escoria! ¡Iba a dejarte ir, pero si quieres pelea, la tendrás!
El Señor Escorpión atacó primero, balanceando su cola hacia Arlette con fuerza brutal. Ella apenas logró esquivarla, el suelo temblando bajo sus pies con cada golpe.
Arlette: —¡No eres nada amigable, ¿verdad?!
Con un movimiento rápido, el escorpión golpeó el suelo con su cola, liberando un chorro de veneno que se dispersó en el aire, formando una nube tóxica. Arlette usó un hechizo de viento para despejarla, pero el escorpión ya había desaparecido bajo tierra.
Señor Escorpión: su voz resonando desde el suelo —¡No escaparás de mí!
De repente, el suelo bajo Arlette estalló, y el escorpión emergió con un ataque sorpresa que casi la alcanza. Arlette rodó hacia un lado, contraatacando con un hechizo de fuego que golpeó al escorpión en su caparazón.
Arlette: —¿Qué tal un poco de calor?
El escorpión rugió y contraatacó, lanzándose con furia. Su cola se movía como un látigo mortal, y sus garras rompían el suelo mientras intentaba atraparla. Arlette esquivó sus ataques con dificultad, su energía comenzando a agotarse.
Finalmente, el escorpión intentó un ataque final, enterrando su cola en el suelo para crear una grieta que se dirigió hacia Arlette. Aprovechando el momento, Arlette canalizó su magia en su bastón y lanzó un hechizo explosivo directo a la cola del escorpión.
El impacto fue devastador, y el escorpión cayó al suelo, derrotado.
Mientras Arlette se acercaba al cuerpo del escorpión, este comenzó a desvanecerse lentamente. Sus ojos brillaban con una mezcla de rabia y resignación.
Señor Escorpión: —Maldita sea... no puedo soportar esta existencia... prefiero desaparecer que seguir así...
Arlette: con empatía en su voz —No tienes que desaparecer. Tal vez puedas ser parte de algo más grande.
Extendiendo su bastón, Arlette usó su magia para absorber al escorpión antes de que desapareciera por completo. Una energía oscura y ardiente recorrió su cuerpo, y ella sintió un nuevo poder despertando dentro de ella.
Arlette: —Parece que ahora puedo convertirme en ti... mirando sus manos, sintiendo el poder del escorpión fluyendo por su cuerpo.
Miró hacia adelante, sabiendo que todavía quedaba mucho camino por recorrer, pero ahora tenía una nueva fuerza para enfrentar los desafíos que venían.

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La Señora de La Magia
RandomUna niña llamada Arlette Sullyvan tiene que pasar los prejuicios de otras personas solo por su apellido y su hermano y la lleva a estar en mala posición pero no se esperaba que esto la llevaría a una larga aventura