Dance With Me 2 [William Moseley]

#PoneLosFideosQueEstamosTodos

Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, tenía que ser un chiste, no se explica sino. Suficiente era con la escena que Bella me había hecho para ponerme de mal humor para que suceda esto. El broche de oro: Lauren y Zack abrazados en el sillón de MI departamento mirando una película. Como diría mi mamá: "pone los fideos que estamos todos"

-Mary, llegaste antes-dijo asustada parandose del sillón. Se le vino la noche

-No, no, no-negaba con la intención de no perder la calma-decime que es un chiste, por favor-logre decir intentado no explotar

-Te lo puedo explicar-dijo y exploté. Detonaron la bomba Santiago.

-¿¡QUE HACES CON ESTE TIPO EN MI CASA!?-pregunté gritando

-Mary tranquila por favor-dijo con la voz quebrada. Regla número #1: si tenes instinto de conservación, jamas le digas a alguien enojado que se calme

-¡TRANQUILA NADA!-grite furiosa-¿¡COMO PUDISTE!?-ella solo miro para abajo-¿en que cabeza cabe que vos salga con la persona que mas me hizo sufrir?-pregunté mas tranquila-pensé que eras mi mejor amiga-dije con la voz quebrada, pero no de llanto, de bronca, de decepción.

-Ella no tiene la culpa-quiso decir Zack, lo último que faltaba, que se meta en donde no lo llaman

-Vos te callas-interrumpí perdiendo de nuevo la tranquilidad-no necesitamos que seas el defensor de pobres y ausentes-suspire y me cayó la ficha-¿por esto estabas así?...¿Tan rara?-ella levantó su vista pero no dijo nada, bueno, "el que calla, otorga" ¿no?-mira que me podía esperar cualquier cosa de vos, pero esto...esto es inaceptable-Lauren no decía nada, solo lloraba-vos sabes mas que nadie lo que sufrí, todo lo que pase-solté algunas lágrimas de rabia-¿¡como pudiste!?-grite histérica. Ninguno de los dos emitió sonido-yo les voy a pedir encarecidamente que los dos se retiren de mi casa-dije sin gritar, con un nudo en la garganta, señalando la puerta; como cuando echas a alguien básicamente.

-Mary...-rogó Lauren

-No-la interrumpí-si no se van ustedes, me voy yo-y agarre mi bolso que lo había tirado al lado de la puerta y me fui dando un portazo.

¿Y ahora a donde voy? Tomé mi celular y mire el grupo que tenemos entre los chicos: Neil, Bella, Faith, Thomas y yo.
Ahora, repasemos: Neil todavía mucho no me habla, así que pedirle que me aloje por hoy sería un abuso de confianza. Neil descartado.
Thomas y yo nos llevamos pero hasta ahí. Thomas descartado.
Faith podría ser...ah no, cierto, hoy se iba con Thomas, genial. Faith descartada.
Bueno, supongo que a Bella se le habrá pasado el enojo así que capaz me ayude. Marqué su número, ojalá siga despierta.

-¿Mary?-preguntó dormida

-Bella necesito...-pero me interrumpió

-Claro, ahora que me necesitas me llamas ¿no?-reprochó-Bien que cuando hoy quise hablar contigo me cortaste el rostro-y ahí me pregunte internamente que tenía que ver una cosa con la otra-así que ahora te lo corto yo-y me colgó

"Una amiga por suerte" dije en voz alta y me dirigí a la última opción. Camine por toda la 5ta avenida, hasta llegar a la W 42th St y doble en busca de la casa correspondiente. Me sentía tan patética, tan ridícula. Sentía tristeza de que Lauren no haya afrontado la situación y me dijera lo que pasaba. ¿Me hubiese enojado? Si, pero prefiero enterarme por ella, que me explique como son las cosas y no que llego a mi departamento y los encuentro así, in fraganti.
Llegué al edificio correspondiente y le pedí al guardia pasar al departamento. Se ve que tenía una cara de 'me molestas y te asesino' porque me dejo pasar sin ningún pretexto. Subí al ascensor, que a decir verdad nunca me gustaron, pero como tenía que ir al piso 8, ascensor ¡bienvenido seas!
Llegue al piso y me dirigí a la puerta. Toqué el timbre una vez y me hizo acordar a la vez que discutí con William, la vez que me trague mi orgullo y fui a pedir disculpas. Espere un rato, pero nadie respondió, así que volví a tocar.

-Ya va-se escucho atrás de la purta, la cual no tardo en abrirse-¿Mary?-preguntó confundido

-No tengo a donde ir-contesté triste, tragándome las ganas de llorar.

-Pasa por favor-y se corrió de la puerta-lo siento, me estaba bañando

-¿Porque siempre que te toco el timbre estas semi-desnudo?-reí intentando despejarme un poco

-No sé-se sumó a mis risas-como la vez que me viniste a pedir disculpas

-¡Ay Will!-exclamé con vergüenza-¿todavía te acuerdas de eso?

-Es uno de los mejores recuerdos que tengo-confesó e inmediatamente me puse incómoda-mejor me voy a cambiar-agregó al notar mi incomodidad y se fue. Odio que diga cosas así, me ponen mal.
Al cabo de 5 minutos volvió vestido con un pantalón de algodón gris y una remeras apretada al cuerpo. Dios, no me dejes caer en la tentación, amén.
Se dirigió a la cocina, sirvió dos vasos con algo y volvió al living. Yo estaba sentada en el sillon, con la mirada perdida, pensando en mil cosas a la vez, hasta que una sombra me sacó de mis pensamientos. Will extendió el vaso y vi que me había servido jugo de naranja; mi favorito.

-Gracias-dije con una media sonrisa. El se sentó a mi lado.

-De nada-me devolvió la sonrisa-sé que cuando estas mal, el jugo de naranja te hace un poquito mejor-y sonreí al escuchar eso, como me conoce-bien, espero que tengas una buena excusa para venir a mi casa a las 2am-dijo gracioso. Pero a mi no me causo ninguna gracia; cambié mi sonrisa por una cara de odio que Will al notarla se preocupo.

-Te resumo-apoyé el vaso en la mesa-llegué a mi casa luego de la cena con los productores y me encuentro a Lauren y a Zack acurrucados en mi sillón viendo una película-a Will por poco no se le cae la mandíbula-¿viste que yo te dije que Lauren andaba rara? Ahí esta la respuesta. Según mis cálculos hace casi un mes que salen, y no tuvo el valor de decírmelo-suspire frustrada-me siento traicionada, es como un puñal en la espalda-lo mire-no me lo esperaba jamás de ella, jamás-me apoye en el respaldo del sillón y mire al techo-Zack Foster, la persona que más daño me hizo en mi vida...por culpa de él me perdí a mi misma-sollocé

Will solo me agarró y me acostó en su pecho, abrazándome fuerte.

Al final, él siempre esta ahí cuando más lo necesito, porque a fin de cuentas, él no me dejaría caer nunca.