El giro de la profecía, ¿amor o traición?

Capítulo 6 - "¡Déjame en paz!...no existe ningún vínculo entre nosotros"

Obra Registrada en Safe Creative con el número de Registro: 1306015200718

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ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A @NeNiKa Y A @SaraHernandezAlzate Y A L@S QUE SEGUÍS ESTA HISTORIA, POR TODO: SU GRAN APOYO, PACIENCIA Y ÁNIMOS CONTINUADOS. DE VERDAD: ¡SOIS INCREÍBLES!

Georgina

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Capítulo 6 - "¡Déjame en paz!...no existe ningún vínculo entre nosotros"

En cuanto dejó de poder ver a Hena, y vio que no conseguiría nada gritando, calló y dejó de resistirse. El chico la había estado sujetando muy fuerte, pero con cuidado de no hacerle daño.

En cuanto él se dio cuenta de que ella ya no se resistía apartó la mano de su boca, y, rápidamente, la colocó debajo de sus rodillas y la levantó.

Ella soltó una exclamación de sorpresa, pero no le dio tiempo a nada más, porque él salió corriendo a una velocidad increíble de esa habitación. Recorrió muchos pasillos, pero ella no pudo seguir observando. Estaba mareada, y a esa velocidad le entraban muchas más náuseas, así que cerró los ojos.

Cuando notó que el chico la soltaba y la dejaba sentada encima de algo mullido los abrió.

Estaban en una amplia y bonita habitación con las paredes de un color amarillo claro muy relajante. Ella estaba sentada en un lado de gran cama, y en frente de ella estaba el chico.

La luz provenía de un gran ventanal situado detrás de ella, en una de las paredes amarillas. Y desde donde ella estaba, podía ver una puerta semi abierta que daba a un baño. Y la otra puerta seguramente daba a uno de esos pasillos por donde acababan de pasar a toda velocidad.

El chico dio un paso hacia ella.

-¡Aléjate! -gritó de manera intuitiva.- ¡No te acerques a mí!

Él se detuvo enseguida, sorprendido.

Mel se levantó, aunque tuvo que detenerse un momento. La habitación giraba. Estaba mareada, y tenía falta de equilibrio.

Notó que el chico le sujetaba de un brazo.

Cuando vio que pudo mantenerse en pie sin que todo girase a su alrededor, se apartó de él.

Quería acercarse a la puerta y poder salir de allí para buscar a Hena, pero para eso debería acercarse a ese... hombre lobo. Y en ese momento estaba demasiado asustada para eso. Así que reculó, rodeando la cama y caminando hacia atrás en dirección a la ventana.

Cuando decidió que había suficiente espacio entre ellos dos, paró.

Estaba histérica por dentro, pero estaba demasiado mareada y se sentía débil. Así que en vez de gritarle y dejar que su furia se abriese paso, intentó calmarse y habló con serenidad.

-Quiero salir de aquí. -quería decirle muchísimas cosas, la mayoría de ellas nada agradables, pero todo se resumía a eso. Quería salir de allí, salir de esa pesadilla que se había vuelto demasiado real como para soportarla, volver a su vida normal (que en comparación hasta parecía aburrida). Pero eso era todo, quería volver y olvidarse de todo, de TODO.

-Ahora no puede ser -le contestó él firmemente, muy seguro de lo que decía.- Si lo que te preocupa es tu seguridad... aquí estás a salvo.

-¡¿Cómo voy a estar a salvo?! ¡Estoy atrapada! -"...otra vez" quiso añadir mentalmente estremeciéndose.