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Capítulo 7 - ¿Más mentiras o...?
Habían pasado varios días desde la visita alentadora de Lucía. No había vuelto a ver ni a Adam ni a Nydia.
A quien sí había visto era a Hena, que rápidamente se iba encontrando mejor y recuperándose. Su recuperación era tan rápida que parecía imposible: había pasado de tener una herida enorme en la pierna, a solo tener una cicatriz de un color rosado que auguraba que pronto se curaría del todo. Mel había intentado preguntarle cómo era posible, pero Hena simplemente le dijo (muy molesta y ruborizada) que su ritmo de curación no era como el de los humanos y que había habido unas "circunstancias especiales".
Mel no entendía qué quería decir con ello, pero viendo que ella se negaba rotundamente a decir nada más sobre el tema, decidió dejarlo para más adelante.
>Lo importante es que está muchísimo mejor -se decía sonriente a si misma.<
Y tenía razón, porque también había mejorado igual de rápido en las demás heridas.
Y como Hena estaba mejor, la llevaban más a menudo con ella.
Mel seguía sin haber salido de esa habitación desde que él la había llevado.
Otro de esos "seres" le traía varias veces al día comida, y se aseguraba de que seguía curándose. Lógicamente no tan rápido como Hena, pero poco a poco. Además, sus heridas no eran graves: algunos golpes y arañazos, nada más.
Ése "ser" llevaba a Hena algunos ratos con ella. Él nunca hablaba, pero alguna vez les había sonreído, y además trataba con cuidado a Hena cuando tenía que desplazarla de su habitación a no sabía a donde. Porque en cuanto Mel preguntaba a Hena sobre dónde estaba pasando esos días, el chico que la había traído entraba en su cuarto y arrastraba la cama (y a Hena estirada encima) fuera de allí.
Así que Mel se había ido acostumbrando a esa rutina, y había aprendido qué temas evitar, o qué cosas evitar hacer (cómo intentar escapar aprovechando alguna salida o entrada de Hena) para conseguir mantener esos pequeños "privilegios" (sus cortas visitas,...)
Incluso se podría llegar a decir que estaba bien. Porque dentro de lo que era ser una "presa", no estaba en una situación horrible.
Lo que más le ayudaba a dejar de pensar en su situación era distraerse. Pero la única manera de pasar las horas muertas en esa habitación era pensar en la información que le proporcionaba Hena.
Y como sus visitas eran escasas, en parte por su propia culpa al intentar escapar (cosa que ya había dejado de intentar al ver que era imposible),... intentaba conseguir todos los datos posibles.
Pero aunque Hena le explicaba mucho, sabía que también escondía mucho. Pero no presionaba porque sabía que sería contraproducente, y que solo provocaría el silencio de Hena. Que era lo que menos le gustaba.
Ésa era su forma de vida durante los útimos días y durante cuanto tiempo, no lo sabía.
Pero como bien había dicho Hena en una de sus conversaciones:
-Debes saber todo lo que puedas, al fin y al cabo la información es poder. Cuanto más sepas, más posibilidades tendrás de salir viva de aquí. Y es lo único en lo que te puedo ayudar ahora mismo, en mis condiciones. Así que todo lo que te cuente será poco, piensa que lo que intentaré contarte es un resumen, en ningún momento pienses que lo sabes todo. Sería un gran error.
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El giro de la profecía, ¿amor o traición?
VampiriDesde pequeña Hena ha sido entrenada para defenderse y, sobre todo, para odiar a esos seres que habitan en la oscuridad. Ella forma parte de una profecía milenaria incompleta, de la cual no sabe nada. ni siquiera su existencia. El día que conoce a...