Capítulo 13 - Reencuentros y liberación

232 14 6
                                    

Obra Registrada en Safe Creative con el número de Registro: 1407251581675

------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 13 - Reencuentros y liberación

Siguió a Noah unos minutos hasta que él paró, giró y la miró.

-Perdona, pero tenía que asegurarme de alejarnos lo suficiente. Yo he dicho que nos íbamos, pero si tú quieres quedarte en la fiesta no hay problema. Alguien puede sustituirme, no querría que te la perdieras por mi culpa.

-No, gracias -cada vez le caía mejor. Era amable y la tenía en cuenta.- Yo estoy cansada...además, no conozco a nadie y la fiesta no me dice mucho.

Noah asintió, comprendiéndola.

-Entonces vamos -y se dirigieron por otros pasillos (los cuales ya le empezaban a sonar a Mel) hasta llegar en frente de la puerta de su habitación-cárcel.

Noah debió entender su expresión al mirar la puerta, ya que intentó animarla.

-Venga, no pongas esa cara. Tampoco es tan horrible -ella le fulminó con la mirada.- Perdón... bueno, al menos has salido un rato y te has divertido -lo último sonó más como una pregunta que como una afirmación.

Ella no le contestó. No quería mentirle y decirle que sí. En realidad lo único positivo había sido encontrarse con Nydia, y precisamente eso no se lo podía contar.

-Una fiesta siempre está bien. Se ve a los amigos, se baila... -al darse cuenta de que no había ella hecho nada de eso se le ocurrió una propuesta- ¿Tú no has bailado?

-No. Pero da igual, es lo de menos.

-Ah no, no. No puedo dejar que una invitada no se divierta -sonrió divertido. Y seguidamente, sin previo aviso, estiró un brazo y lo pasó por la cintura de Mel. Tiró levemente y la acercó. Ella no se resistió, sabía que no serviría de nada y él no parecía querer hacerle daño. Más bien todo lo contrario, parecía hacerlo de buena fe.

Empezó a moverse lentamente, instando a Mel a seguirle el juego mientras le cogía con la mano libre la suya.

Al ver que ella no colaboraba mucho la hizo girar sobre sí misma rápidamente. Mel se rio, sorprendiéndose a sí misma. Él ponía ganas y al mismo tiempo hacía un poco el payaso.

Se dio cuenta de lo ridículo de la situación y sonrió. Nada de todo aquello tenía sentido. Se dejó llevar un poco más.

-Veo que no te lo estás tomando en serio -le reprendió divertido Noah intentando ponerse serio.

-Es que no es un buen momento...

-¿No será que se te da mal bailar?

-¿Qué? -Mel soltó una carcajada.- ¿En serio? -al ver que el asentía, puso los ojos en blanco.- La verdad es que eso no me preocupa, pero yo diría que simplemente ahora no lo estoy haciendo bien porque no estoy de muy buen humor precisamente.

Él pareció pensárselo.

-Muy bien, pero entonces me tendrás que demostrar en otro momento que sabes bailar -siguió socarronamente.

-Lo que quieras...

-No, no, no. Tienes que prometerlo. Me debes un baile.

-De acuerdo. Lo prometo -sonrió y esperó que con éso fuera suficiente para que la dejara en paz respecto a  ese tema. Pero no podía negar que se estaba divirtiendo, cómo no iba a hacerlo si él ponía tanto empeño y tan buen rollo.

El giro de la profecía, ¿amor o traición?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora