Me presento, soy Alonso.

141 13 0
                                    

Su mano continuaba estrechada con la mía mientras pensaba, como una vez Katy Perry dijo sobre Belinda ¿Who is Belinda?  Yo pensaba ¿Who is Paty Cantú?  Estaba totalmente apenado y sin saber qué decir a tal grado que -¡un gusto!- fue lo único que pudo salir de mi boca.

-Y dime, ¿eres de donde los RR?- Soltó mi mano que ahora se encontraba sudorosa.

-Sí, pero acabo de llegar de Boston, estudiaba allá. Así que ya no estoy tan familiarizado con esto. Reí y me sentí aliviado, pues no le molestó mi nerviosismo, ni el hecho de que llenara su mano con mi sudor, mismo que sequé con mi saco.

-Pues- Buscó en su bolso y sacó una pluma que utilizó para escribir en una servilleta -éste es mi número, podemos ir a dar una vuelta algún día para que te re-familiarizes "con esto".

-Gracias. Prometo llamarte.

Continuamos hablando y descubrí que es cantante también. Me sentía cómodo, como si la conociera de años, y ella parecía estar igual, o al menos lo aparentaba. Pasaron los minutos. Realmente no me percaté de que era casi media noche, de repente llega José con Melissa tomando su mano, Ella lucía un hermoso vestido dorado, y él un traje de piel sintética que más de una vez se lo pedí prestado, pero jamás quiso soltarlo.

-Ah, ya se conocen.

-Hola Josél.

-Hola Paty.

-Dime, ¿ya alardeó sobre su vida en Boston y cómo llegó hasta allá?- En realidad me habría molestado mucho si ese comentario viniera de otra persona, pero sabía que José bromeaba así conmigo, además, la respuesta de Paty me asombró.

-Oh, pues a mí me parece muy interesante que haya tenido el valor de irse y dejar todo por sus sueños.

Me sentí orgulloso. Como cuando un profesor pregunta y eres el único en conocer la respuesta. José asintió con la cabeza.

-Es el valiente de la familia- se volvió hacia mí –pero, incluso los más valientes deben descansar, y más los que tuvieron un viaje en avión de siete horas. Debemos irnos.

Me despedí de Paty, aunque realmente no quería hacerlo, y concluí con un –te llamaré- que sonó como una promesa.

Cuando caminaba por la multitud que había disminuido por la hora tal vez, me sentía un poco triste, pues no sabía si volvería a ver a la linda chica de nombre Paty Cantú. Subí al auto con cierto desánimo porque la fiesta, mi fiesta que no era mía había terminado, al menos para mí.

Hermano Río Roma #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora