Hermano Río Roma #PGP2016

Extrañas sensaciones.

El tramo de la fiesta a mi casa fue bastante corto, o tal vez así lo sentí porque todo el camino pasó por mi mente una y otra vez su nombre, Paty Cantú, Paty Cantú, Paty Cantú. No entendía que pasaba, suspiraba a momentos e incluso robaba la atención de mis acompañantes que sólo se veían entre sí sin decirme nada.

Al llegar a mi casa, mi madre dormía. Bueno, no puedo juzgarla, era casi las dos de la mañana, y me sentía un poco mal, pues mi madre quería simplemente pasar una noche tranquila conmigo, tal vez hacer una pequeña cena e irnos a dormir deseándonos un buen descanso. Pero nada de eso fue así. llegué y caminé en silencio en la oscuridad del recibidor, chocando ocasionalmente con algunos muebles, pero bueno, era normal, tantos años sin estar en casa no significaba que todo debiera estar en el mismo lugar.

Cuando finalmente pude llegar a una pared busqué un apagador, éste si seguía donde mismo, lógicamente. Subí a mi habitación.

Una vez en ella entré a tomar una muy merecida ducha. Luego tomé mi computadora y busqué Paty Cantú en Internet, y toda la noche me la pasé empapándome de información de la linda señorita que había conocido apenas unas horas antes, lo cual no fue mucho tiempo pues tomé mi computadora cerca de las tres de la mañana.

Descubrí que estuvo en una agrupación, donde las cosas no funcionaron muy bien que digamos, que no le fue nada fácil llegar hasta donde está, y fue justamente cuando recordé sus palabras; "me parece muy interesante que haya tenido el valor de irse y dejar todo por sus sueños" . Y ahora las cosas comenzaban a cobrar sentido. La confianza que sentía al estar cerca de ella, y lo recíproca que era, la sensación de conocerla desde hace tiempo, ¡todo! La verdad es que se sentía identificada conmigo, y yo sin darme cuenta hacía lo mismo. Y ahora sólo una cosa rondaba mi mente. Había hablado con ella, y tenía su número telefónico.