Las Hermanas Lee©

11. Perfecto

Había pasado más de una semana desde mi secuestro. Claramente Beth y Jess se habían dado cuenta que había desaparecido por lo tanto todas las unidades de policía de la zona estaban buscando mi paradero. Las chicas estaban al borde de las lágrimas cuando nos encontramos de nuevo. Por suerte, nadie a parte de ellas se enteró de lo sucedido. Ni siquiera Susan, que se hubiera puesto como loca. Obviamente, esa experiencia me cambió la vida. Cada vez que veía esa puta bolsa con froga se me revolvía el estómago. No era la primera vez que me ofrecían droga, pero ahora si habían consecuencias si no la tomaba. Intenté apartar ese pensamiento de mi mente en la última semana.

Ya habíamos dejado enero atrás y los primeros días de febrero llegaban más fríos que nunca.

Salí de mi primera clase del lunes por la mañana con el ánimo por los suelos. No había hablado con Mike desde lo sucedido y no era porque no lo había visto, si no porque preferíamos ignorarnos el uno al otro. Y estar dos horas completas al lado me dejó un tanto agobiada.

Me subí en la bicicleta y pedaleé hasta mi clase de matemáticas II. Entré en la clase mucho más temprano que el resto y me senté en una mesa de la segunda fila pegada a la pared de la derecha. El resto de los asientos se comenzaron a llenar rápidamente excepto el de mi lado y otro detrás de mí. Justo antes de que el profesor entrara en el salón un par de personas pasaron frente a él, riéndose fuertemente. Mi boca se abrió por la sorpresa. Por fin compartía una clase con el grandísimo Dean Davis. Al perecer ya había llegado de su viaje. Sin embargo mi boca se abrió aún más al ver quién lo acompañaba. Nicole Carroll con su sonrisa registrada y bajo derechos de autor. ¿Nicole estudia arquitectura? Lo dudo, además compartimos la materia con los chicos de pedagogía general. Tal vez estudie eso. Dean se acercó a mí con una sonrisa y Nicole muy cerca de él. Le sonreí. Genial, se sentará conmigo, tal vez la clase sea más llevadera así.

- Hola Shara.- dijo.- ¿Te importaría sentarte atrás? Así podré estar con Nicole.

Lo miré con la boca mas abierta de la sorpresa, si eso es posible. En silencio recogí mis cosas y me dirigí al asiento de atrás. Le sonreí falsamente. Que se meta mi sonrisa por el culo.

- He pensado que podríamos hacer un proyecto.- dijo el profesor Drake con una sonrisa, ¿por qué todo el mundo sonríe hoy? Como dije antes, que se metan sus sonrisas por el culo.- Será por grupos de seis y tienen el resto del semestre para trabajar en eso. No podrán trabajar en clase, tendrán que buscar otros horarios para ello. Es tema libre, lo único que pido es que tenga que ver con matemáticas. El mejor proyecto ganará puntos extra. Tendrán un momento de esta clase para cuadrar horarios y hablar un rato. Primer grupo: Max Crawfor, Dean Davis, Shara Lee, Noah Miller, Kacey O'Neal y Molly Simon.

Suspiré y me quedé sentada en mi sitio. Dean y yo estábamos cerca, dejemos que el resto se mueva. Seh, nivel de pereza: Shara Lee. De pronto me vi encerrada entre Dean y Noah. Wow, todos estos tienen unas caras que te cagas. El chico malo, el capitán del equipo de fútbol americano y miembro de la estúpida fraternidad universitaria, la puta y la callada. ¿Cómo es que de pronto estoy encerrada en la película de El Club de los Cinco?

- Bueno.- dijo Dean aclarándose la garganta.- ¿Cuándo pueden quedar para hacer el proyecto?

- Yo no quedo con nadie.- gruñó Max.

- Tengo entrenamientos.- explicó un despreocupado Noah.

- Vaaale.- dijo Dean alargando la a, se volteó hacia las restantes.- ¿Y ustedes chicas? ¿Cuándo pueden?

Molly negó con la cabeza. Me acerqué al oído de Dean.

- ¿Cómo es que somos los únicos normales de esta mesa?- le pregunté y él negó con la cabeza.

- No tengo ni idea. Creo que tendremos que hacer el proyecto nosotros solos.- dijo con una sonrisa y mirándome a los ojos.

- ¿Te parece miércoles y jueves en las tardes en mi habitación?- alcé las cejas.

- Perfecto.- sonrió.

Hola Hermanos)?

Es muy corto, ya lo sé, pero no estaba inspirada. Eeen fin.

*EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO*

Comenzó a arañar mi cara mojada por las lágrimas con sus uñas de gata y yo grité con más fuerza. Luego, un puño impactó con su fea cara.

- ¡Deja en paz a mi hermana!- gritó con más furia Susan en la habitación. ¿Qué...?

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