sweets ;; lrh

siete ;; me gusta

la salida con luke había sido silenciosa pero agradable. maia creía que luke debía sonreír un poco más seguido porque había elogiado su sonrisa cada vez que la había visto. luke creía que maia era una chica hermosa y atractiva y al parecer demasiado activa y energética para él. se decepcionó un poco.

de vuelta a la casa de la chica, luke había sacado un poco de charla.

- ¿estudias? - preguntó asombrando pero haciendo feliz a maia, intenta sacar una conversación, pensó.

- sí. diseño gráfico y trabajo medio tiempo en el kiosco. ¿tú? - metió una mano en su bolsillo y con la otra se acomodó su rubio pelo.

- algo así. en este momento no estoy estudiando pero hasta hace un mes estaba en la universidad. - luke divisó una banca en el parque. ya faltaba poco para llegar a la casa de la morocha. se sentó. - ¿vienes? - ladeó la cabeza. sin sonreír.

- claro. - susurró la morocha. pero no se sentó, sólo se paró frente a él. - ¿puedes sonreír? me gusta tu sonrisa, es como la de los niños del parque cuando algo te gusta demasiado. en serio, además de tus ojos, tu sonrisa es mi segunda cosa favorita. - murmuró lo último pero luke llegó a escucharla con claridad. 

y rió. río complaciendo a la chica pero sintiéndose alegre por un momento. 

maia no pudo estar más feliz.

- ¿ahora se supone que yo te diga mi cosa favorita de ti? - se tiró hacia atrás, todavía sin sacar la sonrisa blanca de su rosto. maia enmudeció y sacó su sonrisa. anciaba escuchar aquel comentario sobre ella pero la apenó pensar que él hubiera interpretado aquello.

- no, no. lo dije porque sí, no tienes que decir nada sobre mí.

- bien me gustan tus ojos. - ignoró el comentario de la chica y la miró fijo. con ese mar celeste claro que tenían sus ojos. maia sonrió un poco. - me gusta tu sonrisa y adoro tus gustos sobre la música. también me gusta que me creas una persona triste, en realidad es así, pero que me regales caramelos me parece totalmente adorable. - tomó aire y se levantó. quedando justo frente a ella. parecía una niña de infantes, era demasiado baja para luke. 

eso le gustaba. mientras maia solo podía pensar que estaban demasiado cerca y que su sonrisa era aún más bonita desde aquella altura. 

- me gusta que seas enérgica y que intentes poner a todos de buen humor. me gusta mucho la forma en la que hablas, gesticulando con las manos. me gusta mucho que cuides de ti pero como recién que no te de miedo devorar un helado frente a un chico. me gusta que seas más baja que yo, no sé por qué pero me encanta. - maia no podía seguir pensando con esa cercanía entre ellos, intentó poner un poco de lugar pero luke la agarró de la cintura y la dejó en su lugar. - pero por sobre todo me gustan tus labios, rosados, grandes y totalmente acorde con tu sonrisa blanca. - y la chica hizo algo que nunca hubiera esperado hacer, colgó su brazos de los hombros del chico y terminó de juntar sus cuerpos, uniendo sus labios.

me emocioné chikis. ahre. espero que les guste.

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