ocho ;; mírame

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maia estaba feliz, desde hacía una semana no podía sacarse a luke de la cabeza, al igual que de su celular. se hablaban todos los días pero el rubio no había vuelto por el kiosco desde que ese día se había ido a su casa. 

la chica salió de la universidad y se dirigió a su casa, había dado un examen que la había hecho quedarse toda la noche despierta y lo único que quería era dormir hasta que sea primavera. pero cuando lo vio, el sueño se fue enseguida. él estaba allí, sentado en los escalones de su edificio con la cabeza entre las rodillas.

- hola. - murmuró ella al llegar a su lado. luke no la miró. no estaba prestando atención a nada de lo que pasaba a su al rededor. solo quería abrazarla. maia, preocupada, se sentó a su lado y lo miró. - luke. - y aunque quería que la mirara se arrepintió en cuanto vio los ojos rojos del muchacho.

abrió la boca para hablar pero luke la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia su cuerpo. necesitaba de ella. necesitaba que le transmitiera su buen humor y su alegría.

- maldita sea, luke ¿qué pasó? - preguntó. la morocha estaba preocupada y no era para menos. creía conocer a luke por lo poco que habían hablado pero realmente no lo conocía en absoluto. 

- abrázame, por favor, maia. - la chica enrolló sus brazos en el cuello luego de agarrar los del joven y ponérselos en la cintura. se inclinó hacia atrás, intentando volver a verle la cara al rubio.

- ¿quieres ir a algún lado? - alargó la mano y acarició la nuca de luke. hacía un rato que estaban sentados en plena calle, abrazados.

- no. - susurró con voz ronca y quedada luke.

- luke. - llamó. - mírame. luke. ¡luke! - se despegó y lo hizo a un lado. - no voy a preguntar cómo estás pero subamos, vayamos a mi casa, mamá puede prepararnos algo para tomar y tu puedes lavarte esos ojos que tanto me encantan y descansar, ¿bien? - se levantó y tiró de la mano del chico, aunque nunca pudiera haberlo levantado, él hizo un esfuerzo y se levantó junto a la morocha.

antes de que maia empezara a caminar, luke la tomo por el abrazo y juntó sus labios. necesitaba de ella mucho más de lo que pensaba y lo estaba asustando pero a la vez quería dejarse llevar. colocó sus dos manos en las mejillas de ella mientras que la chica colocó sus manos en la cintura del chico. gimió con dolor sobre los labios de ella.

- ¡luke! ¿estás bien? ¿qué te pasó? santo cielo, vamos arriba, ahora. - lo tomó preocupada de la mano y ahora sí tiró de él hasta la entrada del edificio. 

el rubio sonrió, ella se preocupada por él.



ay, me dolió escribirlo, ahre. espero que les haya gustado. no se olviden de pasarse por las otras novelas con ashton, calum y michael.

ro x 

sweets ;; lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora