dieciséis ;; no me odies

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maia salió corriendo apurada de su casa, nuevamente llegaba tarde a su primer clase en la universidad. se arregló el maquillaje en un semáforo y terminó entrando quince minutos tarde por la puerta principal.

- disculpe la tardanza, se me hizo tarde y...

- está bien, señorita tinkel. la estábamos esperando. pase. - maia se movió tranquila pero a la vez desconcertada.

- ¿por qué me esperaban? no quiero sonar mal, pero ¿por qué? - murmuró cerca de la señora trajeada en rojo que tenía al lado.

- queremos que tenga la oportunidad de trabajar de lo que está estudiando. - la morocha abrió la boca sin saber que decir y la cerró. la señora sonrió encariñada. - en londres hay unos trabajos de medio tiempo dentro de la universidad. tendría la oportunidad de vivir dentro de la universidad, que es mucho más grande que esta, y trabajar ahí mismo. ¿qué le parece?

- ¿londres? ¿inglaterra? ¿otro continente? santo cielo, es mucho que procesar, ¿tengo que responder ahora? porque me gustaría hablarlo con mi madre, ya sabe, ella está sola y, ay dios ¡luke! yo, yo. - se despeinó con una mano mientras que con la otra se sostenía la cintura.

- tranquila, por favor. su madre ya lo sabe y debo decir que se emocionó demasiado cuando le dijimos que era usted una de las cinco elegidas para este trabajo, solo estando en tercer año.

- vamos, vamos, vamos, contesta maldita sea. - murmuró contra el vidrio de la ventana de su habitación. se escuchó la voz ronca de su chico del otro lado y sonrió. - ¡hola!

- hola, maia. - sintió la sonrisa del otro lado.

- ¿luke, podemos encontrarnos? - mordió una de sus uñas violetas.

- ¿pasó algo, amor? - maia sonrió mordiéndose el labio.

- necesito decirte algo, mm bastante urgente. - suspiró aguantando una de las lágrimas.

- ¿quieres que te pase a buscar? estoy con unos amigos pero les pido un auto y estoy allí en menos de diez minutos. - de pronto sintió como si no pudiera hablar sin antes soltar unas lágrimas.

- po- podrías venir a casa. mamá n-no está. - pasó el dorso de su mano por su mejilla secando lágrimas. escuchó como luke murmuraba algo del otro lado de la línea.

- no llores, amor. en cinco estoy contigo. mm te quiero maia, espérame.

- está bien.

luke colgó y tomó las llaves que le tendía michael con cara de preocupación.

- no tengo un buen presentimiento de esto, michael. - susurró mientras se colocaba su abrigo.

- iré contigo entonces. - el teñido se levantó y ambos fueron hasta la casa de maia. luke bajó del auto saludando a su amigo y tocó el timbre; maia abrió desde arriba con un botón.

la morocha abrió la puerta con la mirada en el piso y sintió los brazos de luke en su cintura atrayéndola a él, y ahí es cuando no pudo más y comenzó a llorar desconsoladamente.

- tranquila, aquí estoy. no me iré.

- pero yo si, luke. - murmuró en su cuello. ambos estaban acostados en la cama de ella, abrazados hasta que luke escuchó eso.

- ¿qué quieres decir?

- me iré a londres en dos semanas por una pasantes en la universidad, quería decir que no pero es una oportunidad única de hacerme conocida en lo que estudio y solo cinco personas fueron seleccionadas y fui una de ellas. por favor no me odies, yo te amo, luke, por favor.

- no te odio, maia. nunca podría odiarte.

pero maia sintió como si él se hubiera alejado kilómetros de ella y que volvía a ser el iceberg de hielo que era al principio. sintió como si su corazón se hubiera partido al sentir aflojar el abrazo que luke le brindaba. sintió como luke no la quería más.








el gif no tiene nada que ver pero lo amo, miren la gente atrás de ashton ay mamá.

ro x


sweets ;; lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora