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s i e t e

Jess PoV

Subimos al coche en silencio; Louis tenía la vista fija en la carretera y una gran sonrisa adornaba su rostro. Yo en cambio, solo podía pensar en qué había pasado en la cocina de mi casa mientras yo no había estado, me daba miedo que mi madre le hubiese contado algo sobre mí; aunque sabiendo como era mi madre no podría contarle demasiado por el hecho de que a penas ella me conocía.

Mientras el coche seguía avanzando por la carretera de camino al instituto yo seguía librando una batalla en mi mente ya que, quería preguntarle a Louis qué le había dicho mi madre, pero no sabía cómo.

Después de unos minutos más de meditación, me armé de valor para hablar:

-¿Cómo entraste en mi casa?- ante mi pregunta Louis giró su cabeza para mirarme

-Entré por la ventana- dijo serio y tranquilo, abrí mucho los ojos no podía creer que hubiese entrado por la ventana, era imposible, ni siquiera había alguna abierta –Es broma, Jess- soltó una carcajada y yo me encogí de hombros –Tu madre me abrió la puerta, supongo que me vio mientras te esperaba-

-Ya...- dije en un susurro, sabía que mi madre no dejaría pasar lo de la noche anterior ya que,seguramente, le chocaba que hubiese salido con un chico.

-¿Te ha molestado?- preguntó el chico, que seguía con la mirada fija en la carretera, a penas quedaban cinco minutos para que llegásemos al instituto

-No...Sólo es raro para mí- no levanté la mirada del suelo pero sabía que en el rostro de Louis había una mueca de preocupación – Además mi madre no es muy agradable, siento que tuvieses que pasar un momento incómodo con ella –

-Tu madre es una mujer encantadora,Jess – abrí mucho los ojos. ¿En serio estaba diciendo que mi madre era encantadora? Mi madre podría ser descrita con cualquier otra palabra, pero definitivamente encantadora no era una de ellas.

Me quedé callada mientras él aparcaba el coche en el estacionamiento para alumnos, ya no sabía qué contestarle; alguien que tiene una buena relación con su madre no rebatiría esa idea, pero en mi caso tendría varias cosas que objetar acerca de que mi madre era encantadora porque,definitivamente, no lo era.

Bajamos del coche, y decidí no volver a hablar de mi madre porque no me parecía un tema que fuese a acabar bien, así que lo dejé pasar. Louis caminaba a mi lado, mirando hacia el frente y saludando de vez en cuando a varias personas que yo no sabía quiénes eran; yo, en cambio, iba con la mirada fija en algún punto del pasillo, inmersa en mi mundo sin hacer mucho caso de los que me rodeaban.

-¿Nos vemos en la sala de música en el descanso?- dijo Louis cuando hubimos llegado al centro del pasillo.

-¿La sala de música?- pregunté extrañada, no sabía que a Louis le gustara la música

-Sí, es un sitio tranquilo y podremos hablar-

-Vale- contesté en un tono de vozbajo, sus palabras habían sembrado el pánico en mí, podía esperarme cualquier cosa, pero algo me decía que esto tenía que ver con el tiempo que había pasado con mi madre.

-Nos vemos luego- dejó un beso en mi frente y despareció por el pasillo contiguo.

Sin quererlo llevé mi mano hacia mi frente, acariciando la parte en la que sus labios habían rozado mi piel. No sé cuánto tiempo estuve embobada imaginando cosas que jamás pasarían, hasta que el ruido del timbre hizo que saliese corriendo para no llegar tarde a clase.