q u i n c e

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Jess PoV

Había empezado la semana de exámenes, lo que quería decir que la Navidad estaba cerca. No me gustaba esta época del año; era una época para pasar en familia, algo que no podía soportar. A pesar de que la relación con mi madre había mejorado, no podía decir que me sentía del todo a gusto con ella todavía. Y, había que añadir que mi padre volvería, algo que tampoco me agradaba demasiado. Por separado podía aguantarlos a los dos, pero juntos eran insoportables.

Me incorporé de la cama, apartando el pelo de mi cara. Era domingo por la mañana, por lo que tendría que ponerme a estudiar para el examend e mañana. Miré por la ventana y la lluvia golpeaba fuertemente el asfalto de la carretera y el viento azotaba los árboles que decoraban las aceras. Suspiré, al parecer el tiempo tampoco estaba de muy buen humor. Volví a tumbarme, tapando mis ojos con el brazo.No quería salir de la cama, solo quería dormir.

Toques en la puerta de la habitación me obligaron a abrir los ojos de nuevo.

-Estoy durmiendo - contesté sin cambiar de posición

-Entonces supongo que no querrás estos maravillosos apuntes de Historia del Arte - su voz suave y melódica ocupó mis oídos

Louis estaba en la puerta de mi cuarto, llevaba una carpeta bajo su brazo.Después del bailes nos habíamos unido más, era un gran apoyo para mí. Sabía que podía confiar en él, aunque, en algunos aspectos,no estaba preparada para hacerlo. A su lado me sentía a salvo,protegida. Él se había convertido en mi puerto seguro, ése que había ansiado tanto.

-¿Qué haces aquí? Se suponía que ibas a estudiar - me incorporé, sin dejar de mirarle

-Tú también tienes que estudiar y mírate. Sigues en la cama - dijo con ironía y rodé los ojos - Ah y... De nada por los apuntes -una sonrisa de suficiencia apareció en su rostro y movió las hojas en el aire

El chico tenía razón. Eran casi las doce de la mañana y yo seguía en la cama en lugar de estudiar para los exámenes que, para colmo, eran los finales del primer trimestre, lo que significaba que tenía que subir la nota, ya que los parciales no me habían salido como había esperado. Ya había perdido toda la mañana, así que ¿qué más daba dormir un poco más? Ya no podía recuperar el tiempo perdido.Me tumbé de nuevo en la cama y me tapé entera con las sábanas.

-¿Jess?- Louis parecía confuso -¿Prefieres ir a desayunar? -

Su propuesta me había gustado. Mi estómago empezó a rugir con tan solo pensar en la comida y escuché la risa de Louis. Me despaté, quedándome sentada con las piernas cruzadas sobre la cama. Le miré durante unos segundos, él arqueó una ceja, esperando una respuesta.

-Está bien, ahora bajo - dije a la vez que me levantaba de la cama. Louis asintió y salió de mi cuarto, cerrando la puerta detrás de sí.

Abrí el armario, y llevé la vista hacia el tercer estante de éste, donde tenía la ropa para los días de lluvia y frío. Saqué un pantalón vaquero, un jersey básico de color azul marino y para los pies elegí unas botas impermeables. Me vestí lo más rápido que pude, pues mi estómago rugía ahora con más fuerza. En cuanto estuve lista, bajé a toda prisa las escaleras, encontrándome a Louis en el hall, ya preparado para salir.

-¿Vamos? - pregunté y me puse el abrigo.

Salí de casa sin esperar respuesta por parte del chico, pues sabía que me seguiría. La lluvia caía con fuerza, intenté buscar el coche de Louis con la mirada pero no lo encontré. Me volteé para mirarle, con una mueca de confusión en el rostro.

-¿No has venido en coche? - pregunté extrañada, ya que amaba su coche y siempre que tenía la oportunidad lo sacaba del garaje

-Sí, lo he dejado en aquella esquina -movió su cabeza hacia la derecha, y rápidamente distinguí su deportivo aparcado a unos cincuenta metros de mi casa

*

La cafetería se encontraba en el centro de la ciudad, en una calle estrecha que daba a una pequeña plaza. El sitio no era muy grande, contaba con unas cinco mesas y al fondo había un mostrador, dónde estaba expuesta la gran variedad de bollería que había. Nada más entrar se me hizo la boca agua.Odiaba tener que elegir entre tantas cosas tan ricas, si por mí fuera me lo comería todo. Adoraba el dulce, desde pequeña había sentido debilidad por ese tipo de comida, pero mi madre siempre me decía que no era comida sana y que no podía abusar de ella, por eso, cada vez que entraba en una pastelería todo mi sentido común desaparecía y sólo podía pensar con los ojos.

-No sé qué pedir - fruncí el ceño y me crucé de brazos, sopesando muy seriamente lo que pediría.Louis estaba a mi lado, y me observaba negando con la cabeza.

-Hoy elegiré yo por ti, ve a sentarte- me guiñó un ojo - Te sorprenderé - acepté su propuesta y me alejé en busca de una mesa.

Louis PoV

Llevaba un par de meses planificando mi fiesta de cumpleaños. Era mi dieciocho cumpleaños y había que celebrarlo por todo lo alto. Sólo se cumplen dieciocho una vez en lavida y, gracias a Dios, mis padres lo habían entendido, y habían aceptado reservar una discoteca para mí y mis invitados. Además era la última fiesta del año y no podía pasar desapercibida.

Casi nadie sabía todavía sobre ella,ya que quería estar completamente seguro de que iba a llevarse acabo y desde hacía un par de días, los dueños de la discoteca habían aceptado mi reserva. Así que, ahora, a dos semanas del evento, habían comenzado los preparativos.

Jess sería la primera a la que se lo diría. Me hacía ilusión que estuviese en mi cumpleaños, por lo que esperaba que asistiera.

-En dos semanas celebro mi cumpleaños- dije, pillando a la chica por sorpresa. Se quedó callada unos segundos, suponía que no sabía qué decir

-¿Cuándo es tu cumpleaños? -preguntó acabando de beber su café

-El veinticuatro de diciembre-

-¿El día de Navidad? - inquirió envoz baja

-Sí, ¿hay algún problema? - ella no podía faltar en mi fiesta de cumpleaños. Sin ella, ya no sería la mejor fiesta del año.

-Mi padre llegará en un par de días y... - se quedó callada y bajó la mirada

Sabía que era el momento de dejar el tema. Si ella no estaba preparada para hablar de lo que fuera que suponía que su padre estuviera aquí, yo no iba a obligarla. Pero me preocupaba. Su estado de ánimo había cambiado en cuestión de segundos. La chica seguía con la mirada clavada en la mesa, y sus piernas se movían por debajo de la mesa.

-¿Quieres que te lleve a casa? -ella levantó la vista y asintió levemente

Abandonamos la cafetería y puse rumbo a su casa de nuevo. El viaje fue silencioso, sólo se escuchaban nuestras respiraciones en el interior del coche.

****

¡Hola! Sé que este no es el mejor capítulo, en verdad, es una basura y lo siento. Sé que no debería subir este tipo de cosas porque en fin... pero es que estoy fatal de imaginación y no me sale nada decente, a parte este es un capítulo de transición y no se me da muy bien escribirlos y esto es lo que ha salido :'(

Espero volver pronto y con algo mejor que esto :) xx

Hero ➸L.TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora