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v e i n t i u n o ¡Final!

JessPoV

Había pasado una semana desde que había ido al juzgado y todavía no había recibido ninguna carta ni ninguna llamada para saber qué pasaría ahora con mi padre.
Hoy,24 de diciembre, día de Nochebuena, esperaba ansiosa esa respuesta.Lo único que quería era saber que había sido yo quien había ganado el juicio y que ese hombre se pudriría un par de años en la cárcel.
También hoy era la fiesta de cumpleaños de Louis; estaba realmente emocionada. Esta era mi última oportunidad para demostrarle al chico de ojos azules lo mucho que me importaba. Unos nervios extraños estaban presentes en mi estómago y me impedían pensar con claridad.

Estaba tumbada en la cama, con la mirada fija en el techo, cuando sentí unos toques en la puerta de mi habitación.

-Pasa– dije a la vez que me incorporaba.

Era mi madre. Una amplia sonrisa llenaba su rostro y llevaba en las manos una bolsa de color rosa, con un lazo decorándola. Fruncí el ceño.

-¿Qué es eso? – pregunté señalando la bolsa con la mirada

-Es un regalo – la sonrisa se hizo más grande

-Todavía no es la hora de los regalos – contesté extrañada. Todo esto empezaba a ponerme más nerviosa de lo que ya estaba

-Ábrelo– me tendió la bolsa y la cogí con cautela.

Saqué primero el lazo, y después despegué el celo que unía los dos lados de la bolsa, manteniéndola cerrada. Una vez la bolsa estuvo abierta,encontré en ella una caja bastante grande. La saqué y la observé durante unos segundos. No tenía ni idea de lo que podía ser. ¿Por qué mi madre me entregaría un regalo antes de tiempo? Y, ¿a qué venía esa sonrisa en su rostro y su ansia porque abriera ya el paquete? Decidí dejar de hacerme preguntas de las que no obtendría respuesta, y procedí a abrir la caja de cartón.

Me quedé mirando atónita el contenido. Un vestido rojo estaba doblado en su interior. Mis ojos estaban muy abiertos y, aún sin hacer contacto visual con mi madre, sabía que ella estaba orgullosa de su elección y la sonrisa que anteriormente decoraba su rostro se había ampliado notablemente.

-¿Te gusta? – preguntó acercándose a mí

Desdoblé el vestido, todavía formando parte de un enorme estado de shock, y mi boca se abrió formando una O. Era realmente precioso; de color rojo,ajustado en la parte de arriba y con un poco de vuelo a partir de la cintura. Me encantaba, pero ¿me quedaría bien? No lo creía, yo no acostumbraba a llevar este tipo de ropa, y mi madre lo sabía.

-Sí – me quedé callada por un segundo, debatiendo si debería decirle a mi madre lo que de verdad pensaba sobre el vestido, y finalmente decidí que no debía mentirle al respecto : - Es muy bonito, pero no es mi tipo,mamá – la miré fijamente, y sus ojos se oscurecieron un poco.

-¿Por qué dices eso? Te verás preciosa en él, hazme caso – cogió el vestido en sus manos y lo estiró delante de mí – Serás la más bonita de la fiesta, cariño – me sonrió, intentando convencerme.

-No sé... Yo no creo que...-

-Jess, soy tu madre– me interrumpió – Y por una vez, deberías hacerme caso. Este vestido es el perfecto para la ocasión. Y tú también eres perfecta, sólo tienes que creértelo – se sentó a mi lado y pasó su brazo por mis hombros, atrayéndome hacia ella.

-Está bien, me lo probaré – sus ojos volvieron a iluminarse de nuevo – Pero si no me gusta, llevaré uno de los míos – ella asintió y me tendió el vestido.