Oportunidad

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Teo
Cuando ví a Ian junto a Jésica en esa pizzería, no pude más y salí de ahí llorando. Llegué a mi casa y subí corriendo a mi cuarto.
Ahora no tenía ganas de llorar, tenía ganas de desaparecer, irme a algún lugar y no volver.

Estoy sólo en casa y bajo a la sala para buscar algo de comer, toda la tarde estube ignorando a mi estómago pero ahora ya no aguanto más.

-Comida, comida, comida... -murmuro revisando la heladera y sólo encuentro una pizza, esa maldita masa cubierta de salsa y queso me trae el recuerdo de la discusión que tuve con Ian.

Cierro la heladera con fuerza y suelto un suspiro -Hola pequeño... ¿Quién te puso de ese ánimo? -pregunta Mike estando sentado en el sofá.

-¡¿Mike?! -doy un saltito del susto.

-No quise asustarte. -se disculpa y viene hacia mí, él me rodea con sus fuertes brazos y deja un beso en mi cuello.

-¿Cómo entraste? -pregunto intentando tranquilizarme, no quiero desquitarme con Michael.

-La puerta estaba abierta, además quería verte. -contesta sonriendo, yo intento devolverle la sonrisa pero sólo me sale una mueca -Pero veo que llegué en un mal momento. -habla alejándose un poco.

-Es un mal momento, tienes razón. -murmuro agachando la mirada.

Mike levanta mi mirada tomando mi mentó para que lo mire -Bueno voy a hacer que te sientas mejor. -habla teniendo una sonrisa juguetona. Soy todo tuyo Mike.

Unos minutos después, yo me encuentro acostado en el sillón con mi cabeza sobre una almohada, no para hacer lo que piensas, sino que para una sesión de psicología y con Michael como mi doctor.

-Comenzemos... -él se encuentra sentado en una silla con un cuaderno y lápiz -Cuéntame tu infancia y no olvides nada. -me indica.

Yo pense que hariamos otra cosa.

It's my life [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora