STALKER LOVE

Capítulo 29

Afortunadamente, la llegada de los invitados distrajo a mi madre. Disimuladamente salí de la cocina, intentando llegar a las escaleras para estar en la comodidad de mi habitación hasta que estuviera la comida... y me choqué con alguien.

Levanté la vista para encontrarme con Blaze, quien me miraba con una pizca de humor en su rostro.

—Hola, pequeña mentirosa. — Saludó.

Pasé por alto el hecho de que me había llamado "pequeña". ¿Qué insinuaba?

—Hola. — Contesté mirando anhelante la escalera.

—¿Cómo has estado? —Preguntó, sin intenciones de moverse. — ¿Revisaste muchos cajones de ropa interior?

Rodé los ojos ante su comentario.

—No vas a superarlo, ¿verdad?

—Nop. — Respondió. — Seguiré molestándote hasta que me digas la verdad.

—¡Y te la he dicho!

—Claro, como tú digas. — Exclamó levantando las manos en señal de rendición, pero pude notar en sus ojos que no me creía. — Sigo insistiendo con mi teoría de que eres una loca.

—Eres irritante. — ¿Hacia cuanto que lo conocía? ¿Dos días? Y ya no lo soportaba más.

—Te equivocas, soy irresistible. — Murmuró acercándose a mí.

—Y además arrogante. — Continué y él solo sonrió.

—¿Marie?. — Llamó mi tía y ambos nos separamos. —Tu madre me ha pedido que ayude con la mesa, pero realmente me duele la cintura. — Para reforzar lo que decía, señalé el lugar donde le dolía. — Hazlo tú que eres joven, ¿de acuerdo?

—¿Por qué no lo hace mi primo? — Hice una mueca al pensar en Stan.

—Él también ha estado dolorido desde que...— Se interrumpió al recordar que Blaze seguía a mi lado. — Tu solo hazlo.

Frustrada obedecí. Lo último que quería era discutir con ella en noche buena.

Una vez que acomodé la mesa, y la cena estuvo lista, todos nos sentamos.

Para mi desgracia, terminé en medio de mi primo y Mirla. Frente a mi estaba Blaze, y a su lado Lauren, quien estaba muy callada esta noche. Bueno, no es como si la hubiera escuchado hablar mucho la otra tarde, pero aun así...

Se produjo un silencio incomodo, pues nadie sabía de qué hablar. Mis padres y mi tía no se llevaban bien con las personas a quienes había invitado yo, y por eso sentí que debía ser yo quien rompiera la tensión.

Me desvané los sesos intentando pensar un tema para hablar.

—El pavo está muy rico. —Anuncié tímidamente.Funcionó. Todos empezaron a elogiar a mi madre, quien se ruborizó.

—¿Qué le has puesto para que quede tan rico? — Preguntó Lauren, pude ver que se esforzaba por ser amable con mi madre.

—Oh. — Murmuró ella, sorprendida de que le hubiera preguntado. — Verás, es una receta de hace años...— Comenzó pero fue interrumpida por una tos fuerte procedente de mi tía.

—Hermana, no creo que sea adecuado que le digas la receta... Ya sabes, podría robártela y divulgársela a todo el mundo.

Por un momento todos contuvimos la respiración.

—¿Disculpa? — Dijo Lauren mirando con furia a mi tía.

—No acepto tus disculpas. — Contestó ella sonriendo maliciosamente.