Mark se quedó parado donde estaba. Respiraba con dificultad. Yo corrí hasta él y lo abracé. Al principio no hizo nada, pero luego sus brazos se envolvieron fuerte a mí alrededor.
—¿Estás bien?.—Pregunté. Mi voz sonó amortiguada por su pecho.
—Sí. No paso nada. —Murmuró acariciando mi cabello. —Ve a dentro, estas enferma, y hace frío.
De hecho, estaba temblando y la cabeza iba a estallarme. Pero no quería soltar a mi mejor amigo.
—No estoy enferma, es solo un ligero dolor de cabeza. —- Mentí. Él se separó de mi y toco mi frente.
—Vamos Marie, debes entrar, ¡estas volando de fiebre! — Me tomó del brazo y me obligó a volver a la casa. Cuando llegamos a la puerta me dio un abrazo y comenzó a irse.
Agarre su brazo para que se girara.
—Ten cuidado, por favor. — El sonrió.
—Lo tendré.
—Envíame un mensaje cuando llegues.—Le grité cuando estuvo en el auto. Me pareció verlo asentir pero estaba oscuro.
Entré a mi casa. Una vez pasada la adrenalina de que casi atropellen a mi mejor amigo, de verdad empecé a sentirme mal.
Cada paso que daba me costaba, sentía que todo a mí alrededor se tambaleaba. Mi garganta también había empezado a doler. Comencé caminar hasta el sillón, pero antes de llegar a destino mis piernas dejaron de responder y caí. No me golpee porque mis codos amortiguaron la caída.
Intenté levantarme pero no tenía fuerzas suficientes. Finalmente me rendí y me acosté en el suelo.
Aunque todo a mí alrededor era borroso, pude ver a mi madre entrar a la sala y acercarse horrorizada. Yo veía todo pero no podía responder. No entendía bien que pasaba.
—Cariño, ¿qué sucede?. —Preguntó colocándome en su regazo. Luego oí que le gritaba a mi padre.- ¡Tom! Ven aquí, Marie está enferma. —No pude oír lo que él contesto, mi cabeza martillaba. — Si, debemos darle un baño de agua fría. — ¿Agua fría? ¿No veían el frío que hacia?. — Ayúdame. —Sentí que unos brazos me levantaban y cerré los ojos.
Grité cuando sentí que todo mi cuerpo era sumergido en agua fría. Y luego decidí no gritar más porque mi cabeza y mi garganta dolían, y gritar dolía demasiado.
Quería salir de ese lugar pero no mi cuerpo no respondía. Sentí que acariciaban mi cabeza y también dolió, pero no grité porque ya no quería sentir más dolor.
—-Ya va a terminar, hija, solo tienes fiebre. —Intentó tranquilizarme mi madre. No respondí.
Luego me sacaron de allí y al no sentir ese frío suspiré con alivio, o creo que lo hice, ya que no me daba cuenta de nada, no sabía que era real y que no.
No sé qué paso después, no sentí mas nada por un tiempo. Creo que perdí la conciencia. Minutos, o quizás horas más tarde pusieron algo frio en mi frente. Tenía mucho frío. Quise sacármelo pero unas manos lo impidieron.
—Déjatelo, te hará bien. — Esa voz... Era... ¿Kate?
Intenté abrir los ojos, pero me pesaban demasiado. Por lo que opte por decirle.
—Ka... ten... Frío. — Mi garganta ardía y cada palabra raspaba como una lija. Ella rió y me acarició el brazo.
—Lo sé, Marie, créeme que lo sé, pero debe bajarte la fiebre.
—Pero... frio. —Estaba temblando, solo quería abrigarme.
—Shh. —Me callo ella. — Duerme.

ESTÁS LEYENDO
STALKER LOVE
Mystery / Thriller"-Tan hermosa.-Era la voz más escalofriante que había escuchado en toda mi vida. Sonaba distorsionada, como si fuera a través de una máquina. -¿Quién eres?.-Nuevamente se calló. - Vamos, ¡contesta!-La persona al otro lado se rió.- Su risa era aun má...