Capítulo 32

18.1K 1.4K 699
                                        

Algo estaba mal con Mirla. Lo sabía, podía sentirlo.

Pero, ¿Qué?

Me incorporé de golpe. ¿Acaso su padre le había hecho algo?

Solo sabía que si no iba a buscarla ahora, podría ser demasiado tarde. Pero al ver el reloj supe que iba a tener problemas si mis padres me descubrían saliendo a esta hora de la casa, pues, ¡eran las 2 de la madrugada!

—Mierda. Espero que no me haya mandado este mensaje porque esta borracha. — Aunque nunca había visto a mi nueva mejor amiga tomar, no lo descartaba. A pesar de que llevaba varios días en mi casa, no me había contado mucho de sus pasatiempos.

Sabía que hacía mucho frio, pero aun estaba adormilada y decidí no quitarme mi cómodo pijama de franela, y me puse el buzo de mi EstúpidoAcosador, el cual aún conservaba su olor. Sonaba tonto pero, su aroma me hacía sentir segura, me recordaba que él estaba allí, observando todo, y yo necesitaba sentirme así.

Necesitaba sentirme a salvo.

Bajé en puntitas de pie, intentando no despertar a mis padres, pero me sorprendí al escucharlos hablando. No, no hablaban. Gritaban. Parecían estar peleándose.

—¡Siempre la consientes, y me haces ver como la madre mala! — Gritaba mamá en este momento.

—Quizás si fueras más amable con ella y dejaras de juzgarla todo el tiempo, ¡ella te contaría las cosas! — Estaba impactada. Nunca, jamás, mi padre le había hablado así a mamá. Siempre que ella se enojaba, él la calmaba o se quedaba en silencio para que no se enfadara. Esta vez, sin embargo, no estaba pasando eso.

—¿Juzgarla? ¿A qué te refieres? — Pude ver que se avecinaba una tormenta por el modo en que la voz de mi mamá se tornó peligrosa.

—Lo sabes perfectamente. —Contestó él, sin verse afectado con el cambio de su tono de voz. — Estás constantemente encima de ella como si estuviera haciendo algo malo, cuando simplemente se comporta como una adolescente.

—¿Acaso te parece normal que una adolescente consuma drogas?— Estaba jugando sucio, ¡ella sabía que yo no consumía! — ¿Qué se pelee en la escuela, y aparezca golpeada con la ropa de un chico al cual no conocemos y que podría estar lastimándola?

—¡Yo no dije eso! —Gritó mi padre.

—Bueno pues, ¡eso es lo que estas insinuando!

—Solo digo que quizás ella comenzaría a contarnos las cosas si le demostráramos que puede confiar en nosotros. — Murmuró más calmado.

—Sabes muy bien que he intentado de todo para que confié en mí, pero sigue sin decirme nada. — La voz de mi madre sonaba tan derrotada que quise entrar y abrazarla.

—Deja de ser tan exigente con ella. — Dijo simplemente mi padre.

—Oh Tom, ¡ya estoy cansada de que me digas como debo actuar con mi propia hija! — Nuevamente, sonaba enojada.

—Cariño yo no...

—¡Cállate! ¡Solo haz silencio un segundo! — Mi madre se estaba volviendo loca. — Mañana mismo la llevaré otra vez a la psicóloga. Fin de la discusión. No sé tú, pero yo no dejaré que mi hija arruine su futuro.

Podía sentir los pasos de mi madre acercándose hacia donde estaba yo, y rápidamente Salí de la casa.

No lo podía creer, mis padres habían discutido.

Nunca, jamás, los había escuchado discutir. Ellos sonaban tan... enfadados.

Y todo por mi culpa.

STALKER LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora