El lunes por la mañana, Phil se encontraba en la ducha y seguía con una enorme sonrisa en su rostro.
- ¡Phil, muévete! ¡Se nos hará tarde! – El pelinegro podía escuchar la sonrisa de Dan a través de la puerta. Ninguno de los dos había superado lo sucedido la madrugada del sábado.
El ojiazul cerró la llave de la regadera, se puso sus boxers y colocó una toalla alrededor de su cadera.
Cuando abrió la puerta del baño, su compañero estaba parado frente a él con sólo sus pantalones puestos. Ambos se pusieron rígidos ante la incómoda situación. El castaño sonrió.
- Ya era hora de que salieras, Philly. – El nombrado se apresuró a salir del baño y Dan le dio una pequeña palmadita en el hombro, a lo que el chico se sonrojó un poco.
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- ¡Juguemos a los retos! – Sugirió Chris en clase de geografía. Los cuatro amigos estaban reunidos en uno de los escritorios del salón. – El profesor lleva retrasado 20 minutos. Prácticamente tenemos esta hora libre.
- Bien, chico. – Le contestó Phil. – Te reto a que le grites "Te amo" a Louise.
- ¡Louise! – El chico se levantó de su asiento al gritar. – ¡Te amo!
- ¡Jódete! – Fue su respuesta. Los otros tres estallaron en risas.
- No es gracioso. – Les contestó Chris haciendo pucheros. – Me acaban de rechazar.
- Ya, ya, ya. – El ojiazul trataba de recuperarse de su ataque de risa. – Sigamos con los retos.
- Pequeño Phil, – Empezó Pj. – te reto a que le coquetees a Alexa. – Tanto el pelinegro como el castaño se tensaron.
- ¿Qué? No. Eso ha de ser súper vergonzoso.
- ¿Y? Anda, pequeño Phil. – Phil tragó saliva y se dirigió hacia la chica. Dan no le quitaba la mirada de encima. Cuando el chico regresó, estaba rojo como tomate.
- Te odio, Ligouri.
- Me amas, pequeño Phil. Además, eso fue lo más gracioso que he visto en toda mi vida, debiste verte. Eres un desastre coqueteando. En fin, es el turno de Chris de poner un reto. – En la cara del risueño de Chris se dibujó una sonrisa traviesa.
- Bien. –Empezó. Dan, tu reto es darle un beso a Philip. – La piel del castaño y del pelinegro se tornaron de un rojo intenso, ambos tenían tan abiertos los ojos que parecía que dolía.
- ¿Qué? – Apenas pudo decir el retado.
- Dije que beses a Phil. – El chico tragó saliva y se acercó al ojiazul. – ¡Un beso en la mejilla no cuenta como beso, Howell! – Le reclamó el chico.
- No dijiste qué clase de beso. ¿A qué clase de beso te referías tú? – Chris le echó una mirada asesina a Dan.
- A este. – Se estiró a través de la mesa y le plantó un suave beso a Phil. Si el chico había estado rojo, ahora estaba peor. El castaño sólo podía mirar la escena con rabia deseando ser el risueño de su amigo. Cuando finalmente el chico se separó del pelinegro, tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro. – Ahora es tu turno, Romeo.
- ¿Estás bien con esto, Phil?
- Daniel, me acaba de besar Chris. – Le contestó el otro irónicamente.
- Está bien. – El chico se acercó con el corazón en la garganta lentamente a su amigo. Estiró un poco su cuello y rompió la distancia entre los dos. Fue un beso suave, rápido, dulce. Al separarse, ninguno de los dos pudo evitar sonreír.
- Adorable. – Pj colocó sus codos en la mesa y apoyó su barbilla en sus manos. Había roto la tensión provocada luego del beso. – Dan, es tu turno.
El chico bajo la mirada pensando en su reto; cuando lo obtuvo, dirigió la mirada a Phil.
- Philly, quiero que me digas lo que pasó el sábado en la madrugada después de que Pj y Chris ya no estaban. – Todos dirigieron la mirada al pelinegro que se movía en su asiento nervioso.
- ¿Por qué quieres que haga eso?
- Porque estaba ebrio y no recuerdo nada. Si quieres no lo digas, puedes escribirlo; no les contaré a Pj y Chris.
- ¡Oye! – Protestaron los dos al mismo tiempo, pero el castaño los ignoró y le tendió una pluma y un cuaderno a su amigo.
- Bien. – Le dijo el ojiazul. – Pero no hablaremos de eso después.
- Bien. – Phil tragó saliva y comenzó a escribir. Luego de un rato, le entregó en cuaderno a Dan.
"Bien, Dan. Te quedaste dormido en la
bañera. Así que te recogí y te llevé a
tu cama. Estabas demasiado borracho
y cuando menos me di cuenta, me
estabas besando...y yo a ti.
Me pediste que durmiera contigo
y, aun no entiendo por qué, yo acepté.
En la mañana regresé a mi cama.
Lo siento, Dan. Ni siquiera yo estaba
pensando lo que hacía. Espero que esto no
afecte nuestra amistad o algo así."
Cuando terminó de leer, el castaño levantó su cabeza en dirección al pelinegro que evitaba mirarlo a los ojos.
- Phil. – El nombrado volteó y puedo ver la hermosa sonrisa de Dan. Y sus hoyuelos estaban presentes.
Estaba a punto de responder cuando los labios de su amigo besaron los suyos. Fue un beso largo esta vez, casi como el de la madrugada del sábado. Phil abrazó al castaño del cuello y este de la cintura. Ambos se notaban liberados; habían esperado tanto desde el sábado. Sus movimientos eran rápidos y desesperados. Se necesitaban el uno al otro.
Dan daba pequeñas mordidas en el labio inferior del ojiazul que lo atraía más hacia él. La lengua del pelinegro logró entrar en la boca del otro y una jugueteaba con la otra.
Cuando el aire fue necesitado, se separaron; estaban algo agitados, pero las sonrisas en sus rostros lo valían todo.
Habían olvidado por completo a los otros dos chicos, que los miraban atónitos.
- Me debes cinco libras, Pj; te dije que iba a pasar. Felicidades chicos, gracias a mi reto se besaron. Por cierto, perdón por besar a Phil, Dan. Ah, y pueden llamarme Chris "Cupido" Kendall si gustan.
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MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LAS 100 LEÍDAS! Los amo!!!:'')
Espero les haya gustado este capítulo n.n
Voten, comenten y si quieren, compartan:3
Ya dije que los amo? Ah, los amo:') a todos y cada uno de los Phan trash aquí:''D
All the love, C.
