Cap.12 El pasillo

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Después de morirme y resucitar de un resfriado, de una melancolía que me recorría los huesos y una hambre inexistente que me mataban poco a poco. Sonó la alarma a las 5:00 AM de la mañana, la apague, desvanecí ese despreciable sonido que interrumpe sueños nocturnos, no quería despertar de aquellas sabanas frías que me envolvían el cuerpo. Desperté poco a poco sin ganas e nada. ¿Acaso esto se siente el desamor sin sentir amor primero?. Mi historia es un chiste. Tenia que ser él, tenía que ser yo. El destino siempre es cruel pero ¿ Por qué conmigo?. ¿Por que yo?.

Seré una broma cruel de la vida. Pero en fin llego el lunes el día en que esto terminara para siempre, no tenia mucho que decir sobre el tema por que no había nada que decir. Me levante de la cama con cansancio y fatal esto sera un catástrofe. Un mal chiste. Me prepare para ir a la escuela como todos los días entre semana camine hasta la escuela. En la entrada estaba Kyan con su bola de amigos patanes igual que el, al fin de este mal cuento el termino siendo igual que todos me miro y de seguro, se me quedo viendo por que estaba destrozada por dentro y el mejor que nadie lo sabia. Solo me miro, tenia intención de acercarse pero como siempre no lo hizo.

En el salón hice mis trabajos y ejercicios. Y el solo le importo mirarme más que otra veces. El día estaba tan cansado como yo supongo por que el aire se sentía pesado y estaba apunto de llover, como yo estaba cansada y apunto de llorar por la presencia de Kyan en el mismo salón que yo, tenía ansias por que se terminaran las clases para terminar el trabajo. Que ironía que un trabajo nos juntara y el mismo nos separara.

En la clase de historia clásica nos hicieron ir a la biblioteca mis amigas se adelantaron para apartarme un libro porque sabían que me sentía mal. Me dirigí a la biblioteca a paso lento, admirando los enormes pasillos de la escuela y las escaleras de piedra tome el camino ¨Largo¨ para ir a la biblioteca. Estaba sola en un pasillo con ventanales enormes con vista al jardín del otro lado había salones que estaban teniendo clase cuando a lo lejos de mi se podía ver una silueta que se acercaba a mi. Era Kyan... Me miro pero se siguió su camino. Unos pasos mas adelante sentí como una mano me agarraba del hombro no era sorpresa era Kyan que quería hablar conmigo.

- Rose ¿Estas bien?

-Si ya no tiene mucho caso que te preocupes por mi.

-Si me preocupo no por el echo que me marche unos años significa que me voy a olvidar de ti.

-Deberías de hacerlo no veo el caso que guardes un recuerdo tan absurdo.

-¿Piensas eso?. ¡Que es absurdo esto!.

Cuando menos lo vi llegar se acerco poco a poco a mis labios me acorralo por completo, me quede inmóvil. Me beso. Nos besamos. Por fin había empezado esta historia absurda. Fue un beso tan apasionado que me quito el cansancio y mis ganas de llorar. No sabia que los besos tenían propiedades curativas. Nos besamos tanto que no se cuanto tiempo paso, fue de esos besos que no quieres que terminen porque es especial. Me beso me toco la cintura rozo mis piernas y acaricio mis pechos, no me importo que me tocara al primer beso por que sabia que nadie mas lo podría hacer en un largo tiempo, Me beso por fin pensé nadie se acercaba aquel pasillo estábamos solos ese pasillo era nuestro en ese momento. Fue tanto su pasión que me entrego en aquel beso que no podía detenerse, no podamos. Nuestras bocas encajaban a la perfección nuestras narices se rozaban, me seguida tocando poco a poco, me beso en todos lados me beso la boca, las mejillas rojizas de la pena que tenia, mi cuello, me beso los pechos me acaricio como nunca lo había echo nadie en mi vida me llego una sensación de nostalgia enorme que no lo pude evitar se soltaron lagrimas de mis ojos y cuando su estaba cerca de mi vagina lo detuve y le dije.

-Gracias.

El me abrazo tan fuerte y me dijo.

-Esto no es absurdo pequeña esto es nuestro y de nadie mas, enserio que estoy enamorado de ti.

No caminamos juntos de la mano solo nos dirigimos a la biblioteca. Nadie fue cómplice de nuestro delito que se merecía una expulsión segura nadie nos miro, nadie estaba ahí solo el y yo.

Mi primer beso fue una mezcla de amor con limitación y prohibición una mezcla única, sus labias y sus manos fueron tan cálidos, sus labios fueron un misterio que no he resulto aun.

Al final de clases lo vi en la biblioteca y me dio un beso con mucha ternura no terminamos la conclusión, quedamos que el Miércoles. La tarde del lunes solo me dejo en el trabajo para después marcharse como siempre.

Una Sumisa Del MontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora