Cap.19 Despedida

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Una característica de New York es que no perdona a nadie y así fue la noche no me perdono una vez mas. La noche silenciosa pero rápido transcurrió sin decir nada, no se en que momento quede inconsciente en la cama, dormida, empapada por fluidos que no me pertenecían y exhausta caí rendida, no se a que hora pero me quede dormida, sin ruidos y sin nada que me interrumpiera, era feliz en mi burbuja donde solo existía la cama, Kyan y yo, Kyan me estaba tan fuerte que pude sentir unas lagrimas escurriendo de sus ojos, pero no fui capaz de voltearme para consolarlo, ya que si lo hacia los dos terminaríamos llorando, preferí terminarme de emborracharme del éxtasis que me dejo su cuerpo.


Todo mi cuerpo empieza doler, ¿Esto es normal?.

Ya no puedo permanecer sola ahora, y Kyan se va.

Esta es mi absurda historia que yo misma permití un juego cruel en el que mas me acerco mas me lastimo, nadie me dijo que esto seria el amor.

En mi sueño de princesa perfecta, desperté de golpe con el sonido detestable del despertador aquel sonido que odio pero me puede sacar de mi mundo perfecto en cualquier segundo, desperté... de in mediato gire la cabeza para despertar a Kyan , el ya no estaba....

Se había ido desde hace horas, no me despertó solo se marcho, no pensé nada, no llore solo se había marchado después de una noche caliente. Quise suponer.

Era tarde para ir a la escuela no me apresure a nada, por que sentía que Kyan se había llevado parte de mi, me sentí tan vacía y llena de nada una sensación tan agradable una sensación que no había sentido desde hace mucho, como era de suponer llegue tarde a la escuela no me importo en lo absoluto.

Solo siguieron avanzando las clases y las horas eternas, nadie me salvara ahora, no hay Kyan no hay nada solo una vida que tengo que llenar.

En el día no se me había ocurrido revisar mi móvil, y solo por curiosidad lo revise y un resplandor en mi ojos se lleno de brillo tenía un mensaje de Kyan.

Princesa perdón por irme así espero que no te sientas mal, te veré en la salida, prolongue unas horas mi vuelo y lo único que quiero hacer es pasar tiempo contigo.

Que mas quiere el, de mi no podía llevarse todo de mi justo a secar estábamos los dos y el lo sabia, no menciono nada de lo de ayer.

Pasaron las horas que faltaban para terminar el día escolar me importo un bledo el trabajo no fui ese día al trabajo, en la salida me estaba esperando Kyan.

-Ten es para ti, son los últimos que te podre entregar.

Me solté a llorar enfrente de el, fui débil por unos momento y solo derrame lagrimas.

- No llores

-Tu no entiendes.

-Claro que entiendo, pero no tengo ya nada que decirte ahora.

Y así fue el príncipe no me dijo, me dejo llorar sola, aunque yo también lo deje llorando ayer no se fue un tipo de trueque.

Esa tarde fueron las mejores horas que el príncipe me pudo regalar en su vida.

Solo nos dimos unos cuanto besos, para no cortar el momento no hablamos ya no teníamos nada de que hablar, por que todo ya estaba fríamente pre dicho ese pedazo de historia de el ya no me pertenecía y mi vida ya no le pertenecía a el, solo fuimos un momento en la vida del notro para arrasar como un huracán todos nuestros impulsos, gritos, pasiones y lagrimas, solo eso fuimos pero ahora puedo declarar que él fue mas que el chico rico de papa, mas que el frió y hostil, me regalo parte de su amor y eso jamas me lo quitara nadie, ahora cada uno tendremos que partir de caminos diferentes, pero siempre tendremos esa conexión que estará ahí para un día voltear hacia atrás y ver lo que los dos logramos.

Solo eso pensé en esos momentos.

-Rose.

-Si, dime.

-Tal vez no es el momento mas preciso para decir todo lo que siento por ti pero si no te lo digo ahora no se que pasara mas adelante, quiero que sepas que desde el momento que te escogí, te vi y eres una persona dura como piedra y pensé que no ibas a llorar nunca, ni que lo nuestro se rompiera, me colapsan los recuerdos, los malos ratos, los buenos, los besos, los llantos, los celos, las ganas de llevarte al cielo. Eres la única que follándome me hizo sentir movidas en el pecho. No quiero extrañarte y aunque por dentro este todo roto tu me haz ayudado y eso es lo que te quiero agradecer, ¿sabes? Somos como imanes diferentes pero iguales, no quiero perder el contacto contigo si pasara eso no me lo perdonaría, se que me iré hasta terminar la carrera pero se puede estar unido estando lejos, no se si tu creas lo que yo, pero se que eres diferente al resto para mi, tu fuiste la única que me llevo al cielo estando aquí. Te agradezco por esto y todo lo demás, te suplico que te cuides mucho, no te descuides y cuando tengas miedo recuerda que eres la mejor.

Esa fui su despedida otra vez dictando, pero ahora agradeciéndome algo que nunca entendí, el sabia mas que yo y en ese momento yo era tan frágil como un cristal.

-Rose querida también quiero que sepas que quiero que no quiero que te impidas nada porque yo no lo haré. Pasaran los años y tal vez te olvide y me olvides tal vez en unos años tenga una estancia segura en Inglaterra y cuando me ofrecí a llevarte conmigo no me aceptaste, quiero que lo tengas presente, no por el echo de que fuiste especial en este momento de mi vida significa que lo seguras siendo después de unos tres años adelante, sigue tu camino y no te detengas.

Pequeña me tengo que ir mi avión parte en media hora.

Kyan se despidió de mi para siempre no lo se, pero comprendí que el fue quien me marco lo que soy ahora, me beso y me abrazo tan fuerte que me lleve una sorpresa cuando se fue y me dejo atrás en aquel parque, se fue al aeropuerto a tomar un vuela que lo llevaría a tomar una vida nueva una vida que tal vez no le pertenecía pero acepto como su vida y ahora se iría tal vez para no regresar.

En mi vida he conocido a miles de personas pero solo una me dejo marca, lo que mas daño te hace es lo quemas te engancha.

Hay personas que se odian porque algún día se quisieron.

Te estaría mintiendo si te digo que en el momento en que me dejaste atrás me fui y seguí mi vida como si no hubiera pasado nada. Te estaría mintiendo si te digo que cuando no volteaste me dirigí a mi casa, te estira mintiendo si te digo que cuando te fuiste no me dejaste un vació enorme en el pecho, me arrancaste lo que sentía por ti en ese momento para transformarlo en nada, te estaría mintiendo si cuando te marchaste por aquel camino no te vi hasta que te perdiste en camino.

Me quede sentada en una banca espere media hora hasta que se hiciera tarde, sabes me duele que no funcionase quererte ni siquiera se si te quise, que todas las calles y rincones en donde nos besamos ahora dibujan recuerdos que hoy borra tu mente, me siento tan tonta de tanto crrerte que me ibas hacer fiel.

Me fuí caminando sola dirección a mi departamento, mientras tu estabas en un avión, llegue sola a mi vida normal y tu vas a llegar a formar una nueva vida.




Una Sumisa Del MontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora