Pican más los celos que las pulgas.
_ ¡IZAYA! – grito el teñido. Mientras tanto un anciano se alejaba entre las calles, era sigiloso y reía para sus adentros. Con tanta razón el informante se mofaba de su enemigo, era tan estúpido.
Shizuo maldecía por todos los lugares que buscaba, pero no lo encontraba. La pulga había abusado de su querida Joe, el simple imaginar de cómo estaría llorando la pobre por culpa de unas manos sucias que la tocaron sin su aprobación, le hacía enfurecer aún más. Por primera vez desecho la idea de que "Odiaba la violencia".
Andaba de un lado a otro bufando como un toro. Los puños los tenía muy bien cerrados para dar un golpe certero a quien se atreviera a molestarlo. Aunque como animal rabioso ningún japonés le preguntaría mínimamente la hora. Estarían locos para hacer eso, aunque well, tal vez uno de los muchos extranjeros excéntricos lo harían, siempre habría excepciones en la ciudad.
Esa inimitable ciudad.
Sonohara Anri fue testigo de los hechos, pues juraba que humo le salía por la cabeza. Nada más que una fantasía. Tan solo imaginen a Heiwajima sacando vapor como locomotora y tan rojo como el mismo diablo. Gracioso ¿No creen?
Al dar vuelta en la esquina de un centro comercial pudo vislumbrarlo, sus corneas se iluminaron con tan solo ver la silueta de cierto enano en el caballo de Celty. Era perseguido por un grupo de jóvenes expertos en el tiroteo.
_ ¡Izaya! – el pelinegro lo ignoro triunfalmente.
Aunque fuera uno de sus juguetes preferidos tenia mejores cosas de las cuales preocuparse, por ejemplo, aquel alemán que por alguna razón siempre terminaba encontrándolo, o mejor dicho toda la ciudad que se había vuelto en su contra.
Todo esto por un estúpido intento de acabar con él del gobierno, o eso era lo que un par de mentes siniestras le habían hecho creer.
"El dinero mueve los corazones de las personas, no hay duda de eso" pensaba el ayudante de la chica que como si fuera una película de acción miraba las pantallas. "Hace mucho que no la veo tan feliz, eso es bueno"
(7 horas después)
_ ¡PULGA! – termino siendo acorralado en un callejón sin salida – ¡Te matare por todo lo que hiciste a Joe!
_ ¿De qué hablas Shizu-chan? – un depósito de basura callo desde las alturas – tranquilo, no tengo tiempo para jugar ¿estas tras la recompensa? no creo, mencionaste a la serpiente venenosa esa.
_Maldito
_Tengo una idea, es por la fotografía ¿no es así?
_ ¡Te matare!
_Fue una linda noche, pude ver y escuchar todo lo que tú nunca podrás. Esa presuntuosa tiene muslos carnosos, un hermoso trasero que suena cuando lo golpeas con fuerza.
Mintió claramente, pero meh, que podemos esperar del informante de Ikebukuro. Siguió una vez más con su discurso:
_Puedes quedártela, al fin de cuentas – hizo una pausa dramática – yo fui el primero.
Sosteniendo esa falsedad se alejó por el tejado no sin antes recibir el golpe de un poste de luz. Si que era cómico.
El móvil de Shizuo sonó, no lo podía creer, era su amada.
(Llamada)
_Joe, ¿Estás bien?
_ ¿Hola? – era la voz de un joven.
_ ¿Quién eres tú? ¿Por qué tienes su móvil?
_Mi nombre es Keil – el aparato le fue arrebatado – Shizuo ¡Hola! – esta vez sí era ella – mira a tus espaldas – allí se encontraba con su acompañante que era mirado con recelo.
(Fin de la llamada)
_ ¿Cuánto tiempo sin verte? Él es Keil, algo así como mi secretaria – realizo una breve presentación – escuche la plática sin querer.
_Dime que no es verdad
_Pues no, no es verdad
_Qué alivio, pero la fotografía
_ ¿Qué fotografía?
_Esta – intento buscarla, pero ya no estaba en su bolsillo
_Debemos irnos – dijo su ayudante que ocultaba un pedazo de cartón en la chaqueta – es tarde y queda tiempo para que termine el juego.
_Dalo por finalizado, es obvio que perdí – extrajo una portátil del maletín eliminando los anuncios de la recompensa en toda la red – Shizuo, te volveré a hacer la oferta del otro día: Has como si no me conocieras.
Intento detenerla, pero el castaño le negó con la cabeza. Era mejor que no hablara.
(...)
_ ¿Por qué que lo has dicho? ¿Te rendiste?
_Mira – alzo parte de su cabello – no tengo excusa para lo que sucederá.
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Izaya y la Impredecible
RomanceUna nueva chica a llego a Ikebukuro, pero nadie se percato de su presencia hasta tres meses después. Ni el mismo Izaya lo noto. Alguien completamente impredecible, infantil, arrogante, con falta de motivación y aburrimiento constante. Orihara se da...