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Las malas bromas de un joven titiritero

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Las malas bromas de un joven titiritero.

_Pagaron su fianza, puede salir – dijo el guardia.

_Gracias por dejarme hacer la llamada – respondió sin ánimo. Camino a la entrada del lugar donde un azabache con gafas la observaba en forma de negación – Keil, perdón por no llegar anoche.

_ ¿Cómo terminaste presa?

_Veras...


(...)(Recordando)

_ ¡Regrésame mi dignidad!  

Vio las fotografías, esas embarazosas fotografias.

_Es tu culpa por quedarte dormida señorita.

_Juro que esta vez sí te mato – tomo el bate que estaba en la repisa –Iza-chan ven aquí.

_ ¿Qué harás? ¿Golpearme? – rio cual lunático

_ ¡Muere rata! – se abalanzo sobre Izaya destruyendo una parte del apartamento – ¡Regresa mi honra o muere! – corría tras del informante con furia en los ojos – ¡no puedo dejarte vivir Orihara!

_Claro que puedes – apretó el botón que conducía a la seguridad del edificio – disculpe hay una lunática en mi piso.

(Fin del recuerdo)


_Ese idiota... – declaro por lo bajo – ¿Quieres que te cuente una gran historia o te digo la verdad?

_Cuando aprenderás. Vámonos.

 Vámonos

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Izaya y la ImpredecibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora