Las malas bromas de un joven titiritero.
_Pagaron su fianza, puede salir – dijo el guardia.
_Gracias por dejarme hacer la llamada – respondió sin ánimo. Camino a la entrada del lugar donde un azabache con gafas la observaba en forma de negación – Keil, perdón por no llegar anoche.
_ ¿Cómo terminaste presa?
_Veras...
(...)(Recordando)
_ ¡Regrésame mi dignidad!
Vio las fotografías, esas embarazosas fotografias.
_Es tu culpa por quedarte dormida señorita.
_Juro que esta vez sí te mato – tomo el bate que estaba en la repisa –Iza-chan ven aquí.
_ ¿Qué harás? ¿Golpearme? – rio cual lunático
_ ¡Muere rata! – se abalanzo sobre Izaya destruyendo una parte del apartamento – ¡Regresa mi honra o muere! – corría tras del informante con furia en los ojos – ¡no puedo dejarte vivir Orihara!
_Claro que puedes – apretó el botón que conducía a la seguridad del edificio – disculpe hay una lunática en mi piso.
(Fin del recuerdo)
_Ese idiota... – declaro por lo bajo – ¿Quieres que te cuente una gran historia o te digo la verdad?
_Cuando aprenderás. Vámonos.
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Izaya y la Impredecible
Roman d'amourUna nueva chica a llego a Ikebukuro, pero nadie se percato de su presencia hasta tres meses después. Ni el mismo Izaya lo noto. Alguien completamente impredecible, infantil, arrogante, con falta de motivación y aburrimiento constante. Orihara se da...