Hay una bruja en la ciudad: Entre mas sopla el viento, su corazón se vuelve mas impaciente.
_ ¡Deja de lastimarme Joe!
No podía apreciarla, un inmenso caos se formó dentro de su cabeza. Mil líneas recorriendo todo su cerebro sin control de aterrizaje. No lo podía creer, después de humillarse de tal manera la noche anterior. Esa chica solo era uno más de los conejillos de la pulga.
Sin embargo, ese no era el problema "¿Por qué se estaban besando?" se repetía una y otra vez. Poca importancia le tomo a las palabras finales de Izaya, pero tampoco es como si las pasara por alto. Por más que lo intento no tenía la fuerza para alejar a la chica que aún seguía con los brazos alrededor de su cintura.
_Suéltame... – esta negó con un movimiento.
_No quiero – fingió sollozar – entenderé si no deseas volver a dirigirme la palabra.
Dicho lo anterior retiro sus tan afamadas gafas de sol y deposito un cariño en la nariz. Desde esa altura lograba observar las raíces de su pelo teñido, los cautivadores ojos que ocultaba e igualmente sus prominentes cejas.
_Eres hermoso – declaro.
_ ¿A qué te refi...?. – no alcanzo a terminar la frase cuando el contacto de un par de labios sabor canela lo tomaba por asombro. Los entreabrió un poco, siempre la perdonaría.
Había caído en su hechizo, absolvería sus pecados sin concernir su propio sufrimiento.
_ ¡Suelta a Shizuo!
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Izaya y la Impredecible
RomanceUna nueva chica a llego a Ikebukuro, pero nadie se percato de su presencia hasta tres meses después. Ni el mismo Izaya lo noto. Alguien completamente impredecible, infantil, arrogante, con falta de motivación y aburrimiento constante. Orihara se da...