Capitulo 1

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-Lo siento mucho _______ -repitió el doctor.
Yo estaba sentada con los ojos perdidos, aun no caía en cuenta. No podía creerlo.
-Pero, doctor ¿Que fue lo que paso? -le pregunte después de unos minutos de silencio. Estaba confundida.
-Es una enfermedad terminal -respondió con la cabeza gacha-no se como fue que la conseguiste, la verdad se han visto pocos casos.
-Lo único que me faltaba -me queje para mi misma.-solo yo me puedo contagiar de una enfermedad casi desconocida
-________, es posible que no te hayas contagiado, existe la posibilidad que ya trajeras la enfermedad en tu organismo, de herencia. ¿De que murió tu madre?
-Murió en un accidente -hablo Liam por primera vez. El estaba peor que yo.
-Oh, lo siento. Pero, te prometo que haré lo que pueda para buscar una cura, pasare día y noche investigando.
Asentí débilmente. Sentía un nudo en la garganta, de esos que te quitan la
voz, mi cara estaba inundada en lagrimas y mi cabeza estaba llena de pensamientos deprimentes.
-¿Que precauciones debe tomar? -pregunto mi hermano. El doctor carraspeo y se acomodo en su silla.
-Lo único que se es que tus pulmones se irán debilitando de a poco, así que te recomiendo que no corras, no es que te vayas a quedar sin aire, pero es mejor prevenir que lamentar.
-Si, no soy alguien que corra mucho -admití-pero, tengo asma ¿eso podría empeorar?
-no te preocupes, quizás dentro de un mes o mas sentirás la debilidad, la verdad es muy poco lo que se acerca de esto.
-Si no hayan la cura-hablo Liam con al voz entrecortada-¿cuanto tiempo podría... Quedarle?
-Unos cuantos meses -confeso con dificultad ante la cruel realidad.
Solté un sollozo y me levante a abrazar a Liam. Me tomo fuerte entre sus brazos y me dijo palabras de aliento al oído. Dios, eso no me podía estar pasando a mi.
Me separe débilmente de mi hermano y tome mi bolso.
-Creo que es hora de irnos -dije con voz dura. Liam se levanto -doctor...
-Si yo me entero de algo nuevo tenlo por seguro que te llamare.
-Muchas gracias-agradecí. El se levanto y me dio un fuerte abrazo.
-Sabes que haré hasta lo imposible -murmuro
-Cuento con eso
Se despidió de Liam con un apretón de manos y nos dirigimos al coche en silencio, cada uno iba perdido en sus propios pensamientos asimilando la fuerte noticia.
Le llame a Marbella, mi mejor amiga y entre llantos le conté todo.
Llegamos a casa y Marbella ya nos esperaba afuera.
Recibió a mi hermano con un beso tierno y un abrazo. Ella lloraba y Liam seguía en shock.
Ese tipo de relación era la que yo siempre había soñado. Ambos se amaban y eso lo sabia de antemano. Liam era 3 años mayor que ella aunque eso no importaba. La respetaba y la quería demasiado. Ambos habían estado enamorados desde los once años. Y estaba segura de que algún día se casarían.
Se separo de el y corrió hacia mi. Chocamos con fuerza y nos abrazamos como si fuese a morir mañana.
No era mañana pero si en unos cuantos meses.
Ella Murmuraba cosas rápido y entre sollozos, así estuvimos un rato, llorando abrazadas. Ni siquiera me di cuenta de cuando Liam se metió a la casa.
Decidimos ir al parque que estaba al lado de mi casa para poder despejar nuestras mentes y no estar tan tristes.
-Pido el del medio -gritamos ambas corriendo a los columpios. Nos quedamos un rato discutiendo hasta que decidimos sentarnos ambas a las orillas y dejar solo el del medio.
Yo me quería sentar ahí, demonios.
Pronto olvidamos el asunto de los columpios y empezamos a hablar de cualquier cosa.
Nos conocíamos desde los 5 años, y desde el primer día nos hicimos mejores amigas. Siempre estábamos juntos, Liam, ella y yo. Eramos como trillizos.
Jugábamos todo el día todos los días. Hasta que Marbella se empezó a enamorar de Liam, empezó a ser diferente con el. Liam me había confesado que también le gustaba.
Pero yo era pequeña, no sabia que hacer. Ami nunca me había gustado nadie y no podía darles consejos.
Ahora que me pongo a pensar, se hubieran ahorrado mucho tiempo si yo le hubiera dicho a Liam que ella lo quería también.

Tratamos de hacer de ese momento uno feliz, pero cuando recordaba todos mis planes, todos mis sueños y me daba cuenta de que quizás nunca iba a poder lograr nada de eso me derrumbaba de nuevo. No era algo con lo que
pudiera luchar. Era el sentimiento de decepción y tristeza mas grande que
había sentido jamas.
Se que dicen que al mal tiempo buena cara, pero, de que sirve tener buena cara cuando moriré en unos cuantos meses. Es simplemente imposible quedarse sentado sin llorar y pensar en cosas buenas. Nunca fui una chica atrevida, que siempre hiciera todo lo que quisiese, si hubiera sido así ahora probablemente no estaría tan triste, porque sabría que no vivi en vano, pero al contrario, nunca eh hecho nada de importancia, nunca eh hecho nada absolutamente, y eso era mas triste porque también sabia que me moriría sin hacer nada, simplemente sentada esperando que mi día llegara.

Una niña pequeña llego corriendo, tenia como 5 años, se sentó en el columpio del medio y empezó a columpiarse. Nosotras nos limpiamos las lagrimas de la cara y le sonreímos.
-Hola...-nos saludo la niña sonriente. Tenia unos preciosos ojos verdes que brillaban y una sonrisa hermosa. Iba a decir algo mas pero vio a un muchacho corriendo hacia ella y puso cara de perrito a medio morir.
-¡Jazmín! -exclamo enojado. Llego a los columpios y se puso en frente de todas nosotras.- ¿Por que diablos saliste corriendo? ¡Casi te atropellan! ¿Que estabas pensando? ¿No pudiste solamente pedirme permiso? No quiero que te vuelvas a escapar así ¿De acuerdo? -dijo eso ultimo mas calmado.
Las tres lo mirábamos con la misma cara de niña regañada. El tipo intimidaba y mas con sus gritos. Aunque tenia un acento ingles demasiado encantador y una cara muy tierna.
-Pero Justin... -le reclamo la niña a punto de romper en llanto-quiero jugar un rato
-¡No! Regresaremos a casa de inmediato no debiste de... -empezó a gritar de nuevo. Yo tome aire.
-Mantén la calma amigo, no le paso nada ¿ Acaso no la vez sana y salva? -le dije un poco molesta por como le gritaba. El me veía ofendido. Parecía que no
le gustaba ser retado. -nosotras estábamos aquí y no dejaríamos que le pasara nada a la niña, vamos, deja que se quede aquí un rato, quiere jugar, nosotras la cuidamos
-Si Justy -me apoyo la pequeña. El vio a Marbella, luego a mi y al ultimo a Jazmín. Suspiro y se paso la mano por su cabello despeinado.
-Esta bien, es que, Jazmín yo podría haberte traído si tan solo no hubieses salido corriendo -le dijo con una media sonrisa. Después podo su mirada en mi otra vez -gracias pero yo me quedare con ella
-¿Como se llaman ustedes? -nos pregunto Jazmín con una ancha sonrisa. -yo soy Jazzy y el es mi hermano Justy
-Justin -corrigió el, con una sonrisa tierna, mirando a su hermana.
-yo soy _______ -me presente- y ella es Marbella.
-mucho gusto -dijo ella. Y poso su mirada en otro lugar-mira _______ ¡Venden helados!
-¡vamos por uno! -exclame emocionada.- ¿Quieres uno Jazzy? -le pregunte. Justin seguía parado, me levante y choque con su brazo sin querer.
Era muy alto.
-si, por favor, uno de chocolate -me pidió tierna. Esa niña era un amor.
-de acuerdo, tu Justin ¿no quieres uno? -llame su atención
-eh, yo voy por los helados -me dijo- ¿de que quieren?
-yo uno de fresa -contesto Marbella contenta de que le hubieran ahorrado el viaje, y se volvió a sentar a un lado de Jazmín.
-yo... No se, te acompaño -El parque era grande y el camino al puesto de helados era alejado, por lo tanto era muy incomodo caminar con un tipo casi desconocido.
-eh... -empezó a hablar, estaba nervioso-¿En dónde vives? No te había visto por aquí
-yo vivo en la segunda casa, por allí -le explique, señalando la calle de mi casa -casi nunca salgo
-oh, yo también vivo por allí -me miro incrédulo- en la quinta casa en la banqueta de enfrente, acabo de llegar. Vivía en Londres con mi papa -hizo una mueca. Pude notar que o no le agradaba vivir en Londres o tenía problemas con su padre.
-¿Enserio? -Sonreí como tonta- mi sueño es vivir en Londres, con razón tienes ese acento tan lindo -la sonrisa se fue de mi cara cuando dije lo último. Gracias a dios era muy alto y no podía ver mi cara que estaba colorada.
-tu hermana es un amor -cambie de tema rápidamente, con suerte ni siquiera había escuchado lo que dije de su acento.
-lo se -sonrió, orgulloso- es la persona más importante para mi -solo atine a sonreír. Digo, no muchos chicos de su edad se comportan así con sus hermanos menores.
-¿Que van a llevar? -nos pregunto el señor que atendía cuando llegamos al puesto, ni siquiera me había dado cuenta de que ya habíamos llegado.

The Perfect Bucket List  {Adaptada} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora