Capitulo 28 (Parte I)

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Tome aire y levante la sabana para ver su cuerpo semidesnudo. Tenia una pierna arriba de las mías haciendo que su trasero quedara parado ante mis ojos. Y en ese momento no podría decir que estuviera pensando con la cabeza.
Pase un brazo por sus hombros y la abrace a mi cuerpo mientras bajaba mi mano libre y comenzaba a acariciar sus piernas, me sorprendí a mi mismo por aquel acto, por hacer eso, porque aunque otros días estuviera mas que tentado a hacer aquello jamás lo hice por respeto y ahora parecía importarme poco.
Pero sus piernas eran tan suaves que no podía alejar mis manos de ellas, cuando subí mis caricias a sus glúteos ____ soltó un suspiro en mi pecho y sentí su respiración agitada. Levanto su cara y nuestros ojos conectaron, yo no estaba nervioso o intimidado por haber sido descubierto acariciándola libremente, sino todo lo contrario.
Ella sonrió con picardía y se inclino para empezar a besar mi pecho.
Mi mejor amiga, la chica con la que había hablado de todo menos de sexo, la que moriría virgen y parecía no importarle, la mujer que me volvia absulatemente idiota con una sonrisa y la unica por la que estaba dispuesto a dar todo estaba besando mi pecho sensualmente, a veces sentía su lengua y todo mi cuerpo se estremecía.
Se levanto y se poso sin ningún problema o timidez sobre mi erección haciendo que yo soltara todo el aire. Ella se recostó sobre mi y empezó a mecer su cuerpo sobre el mío haciéndome soltar pequeños jadeos.
—¿Te gusta tocarme por las noches, Bieber? —Pregunto con la voz mas sensual que yo hubiera escuchado alguna vez.
—¿Te gusta que te toque, cariño? —Mi voz sonaba ofuscada y ronca por la excitación. ____ soltó una risita y levanto su cabeza para empezar a besar mi cuello con fiereza.
Apreté mis dientes y cerré los ojos tratando de contenerme. Estaba mas duro que no se que cosa y solo por unos cuantos besos. Y estaba a punto de llegar al orgasmo de solo pensar que _____ estaba semidesnuda sobre mi, besándome así.
—Me encanta que me toques —contesto con un suave susurro en mi oído dispuesta a acabar conmigo. Lleve mis manos a su espalda sin pensarlo siquiera y desabroche en un segundo su sostén. La abrace y rode por la cama hasta quedar yo encima de ella, entre esas benditas piernas.
Quite su sostén y lo avente por la habitación para poder contemplar de nuevo sus senos perfectos. Con los cuales había estado soñando con acariciar desde el día que la sorprendí en el baño. Baje mis labios y bese su cuello un segundo para después bajar y pasar mi lengua por el pezón izquierdo haciendo que ella se arqueara, pase mi brazo por su espalda y empecé a succionar con pasión, me encargue del otro con mi mano, haciendo suaves caricias alrededor de su pezón, sus gemidos me prendían cada vez mas, tanto que ya ni siquiera pensaba con cordura, solo queria estar dentro de ella.
Me separe y levante mi cabeza para mirar su preciosa cara sonrojada, me encanta verla sonrojada.
Ella abrió sus ojos brillantes y me sonrió dulcemente. Me acaricio la cara con delicadeza y tomo mis labios en un beso que no era nada salvaje, sino dulce, aun mas tierno que el primero que tuvimos.
Y me hizo perder la cabeza por completo.
—quiero que me hagas tuya —susurro contra mis labios. Mi corazón se paro un minuto y cuando comprendí su petición tome su boca de nuevo en un beso exigente. Ella paso sus brazos por mi espalda y abrazo con sus piernas mi cadera, haciendo que nuestros sexos se rozaran. Y yo no podía estar mas duro, no recordaba estar tan excitado nunca, ni con la fría Trisha ni con ninguna otra tipa. Me separe de su cuerpo y admire sus braguitas de Spiderman, las únicas que alcance a ver cuando compramos su ropa interior. Me puse de rodillas en la cama justo frente a ella y le abrí las piernas, acaricie con mi mano su vagina por encima del pedazo de tela haciendo que ella cerrara sus ojos y aventara la cabeza hacia atrás mordiendo su labio inferior para evitar soltar un gemido.
—nena, quiero que grites —pase mis dedos una vez mas y ella jadeo sensualmente. Demonios, eso era mucho para mi, en verdad. No podía esperar mas tiempo para hundirme dentro de ella. Quite sus bragas por completo y admire su cuerpo desnudo ante mi. Gemí de puro gusto al verla así.
Abierta, desnuda y muy dispuesta para mi, solo para mi. Cuando pase mis dedos de nuevo por su entrada descubrí que estaba muy mojada, metí mis dedos haciendo que ella gimiera fuerte y se aferrara a las sabanas con sus pequeñas manos. Moví mis dedos dentro de ella.
—oh, Justin...
—¿qué pasa, hermosa? —le pregunte con una sonrisa de satisfacción. Ella levantaba sus caderas hacia mi y jadeaba sin parar. y dios sabe que intente esperar pero no pude mas, me quite los malditos boxers como pude y me tumbe encima de ella.
Acaricie sus mejillas y roce mi erección contra su entrada haciéndola gemir mas fuerte, mi cabeza daba vueltas y lo que quería era enterrarme en ella hasta al fondo, pero deseaba que ella me lo pidiera, deseaba volverla loca también.
—maldito seas, Justin —murmuro encajándome las uñas en la espalda—hazlo ya
—¿qué cosa? —metí solo la punta y me sentí morir, ella siseo y hecho la cabeza para atrás.
—métela ya, idiotta —me reí y mi risa sonó como la de un hombre de unos cuarenta años, jamás había escuchado mi voz tan ronca. Me metí completamente en ella de una sola embestida haciéndola gritar y enterrar sus uñas aun mas fuerte en mi espalda.

The Perfect Bucket List  {Adaptada} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora